Durante el año disfrutamos de fresones de varios orígenes, especialmente del la península ibérica por la bonanza de su clima y el apoyo de los invernaderos pero con la llegada de la primavera esperamos los más apreciados para los catalanes, los fresones del Maresme , la franja de costa y montaña al norte de Barcelona bendecida por el atemperado Mediterráneo y la orientación al mediodía de la cordillera litoral que tan bien le sienta a los productos hortofrutícolas. Son excepcionales tanto en su carnosa textura como en su perfecto balance entre intensidad de sabores, dulzor y final levemente ácido. Según reza la tradición en mi familia desde mi infancia, hoy 23 de marzo, festividad del santo barcelonés Sant Josep Oriol del que orgullosamente llevo el nombre, tenía el derecho disfrutar del postre de mi elección, quedó como una institución en la familia el primer helado casero del año, helado de fresones del Maresme!!!!
Gastronomía