Vivimos en un país cafetalero con productores de enorme prestigio internacional que venden sus cosechas a precio de oro para culminar las mejores mezclas de café que se disfrutan en ultramar. Una cosa es producirlo gracias a las condiciones idoneas de estas latitudes y otra muy distinta es saber prepararlo y degustarlo bajo la consideración de que además de sus propiedades estimulantes es un producto de alta gastronomía. La búsqueda de lugares en Panamá donde sirvan un café con ese algo más que lo hace único es uno de los pilares de mi comportamiento cotidiano y, desgraciadamente, no abundan en nuestra capital. Desde muy joven soy exageradamente exigente en la calidad, preparación y servicio de los 4 cafés expresso que me tomo a diario, el primero al despertar, dos en mi desayuno callejero y el que cierra los almuerzos por lo que resulto obsesivo en la selección de los lugares donde tomarlos. Cuando localizo una cafetería, bar, hotel o restaurante donde el café sea de mi total agrado
Gastronomía