Oriol Serra Nadal - La Cuenta, por favor

Morlanda 2010 Vi de Guarda de Viticultors del Priorat amparado en la DOQ Priorat y elaborado en el monte Morlanda del pueblo de Bellmunt del Priorat.  En cata su recorrido nos desconcierta un poco en la etapa media de oxigenación, al principio cuero animal y sensaciones de establo nos tapan sus valores frutales, en su paso por copa nos muestra un perfil evolucionado, más de lo previsto y dotado con una personalidad que más bien parece riojana, de un buen trabajo de bodeguero pero sin sentir la tipicidad mineral que envuelve a los hijos vínicos del Priorat.  Ideal para cordero y butifarra a la brasa o quesos curados. El vino es un 50 y 50 entre garnatxa y cariñena de Bellmunt y 12 meses de fina crianza en barrica francesa allier para apostar por elegancia del saber hacer en los intramuros de la bodega antes que expresar la fiereza de la tierra, eso lo hace más apto para todos los públicos, quizás no tanto para los que buscan a los espíritus negros de la licorella del priorat en

Viña Carpio Reserva 2009, DO Ribera del Duero, Bodegas Avelino Vega un vino por cuyo precio en las estanterías de un supermercado, o bodega de barrio - menos de 5€-  invita a considerarlo como una opción en la categoría de "vino de mesa" sin añadir factores peyorativos en dicha calificación. Refiriéndonos más bien a tintos ideales para el almuerzo de lunes a jueves en la casa para acompañar la comida con una copa de vino y el deseo de que ese vino nos ofrezca mucho más perfil de lo que el precio nos indica para sentirnos muy listos con la familia o amistades en eso de conseguir localizar uno de los Best Value del año.  Viña Carpio Reserva es uno de esos casos de relación precio/calidad de excepción y hay que aprovecharlo , no sea que en las próximas vendimias por los premios acumulados por la añada 2009 la bodega modifique el estatus de precio o que en esa 2009 se juntaran todos los factores que a veces permiten milagros y las siguientes regresen a la "normalid

  ABEL MENDOZA MONGE es de aquellos elaboradores al que quizás le hubiera ido mejor nacer en regiones con menos corsé en esto del vino desde que se trazan las normas a través de las DO. Pero nació hijo de viticultores y con un pedigrí riojano de esos que dan pueblos como San Vicente de Sonsierra que son el corazón del corazón en esta tierra de tintos que han dado la vuelta al mundo. A priori tocaba ser un continuista de arraigos y tradiciones, pero más bien ha hecho eso y todo lo contrario: personalidad propia y ganas de transgredir en el concepto pero en comunión a las formas más ancestrales. Unas pocas hectáreas, parcelas divididas, pero eso sí, de viñedos octogenarios con mucha vida por enseñar si se aplican los criterios de aquellos monjes medievales de la Borgoña aferrados al "ora et labora" que por un pacto secreto con el diablo le regalaron al mundo vinos con vida eterna pero limitados en su difusión a solo unas pocas micro parcelas encantadas. Los Monjes cambia