Una de estas noches, en una casa privada de la ciudad de Caracas, asistí como invitado a una sesión de degustación que resultó memorable. En principio uno de mis mejores vinos era el motivo del encuentro, el Cirsion 2005 de Bodegas Roda . Todos tenian curiosidad por comprobar si es cierto todo lo que se cuenta sobre este vino.La bienvenida tuvo como invitado sorpresa un vino blanco que destacaba por su rareza, el Ribolla gravner Anfora 2002 de la IGT Venezia Giulia, de color amarillo ámbar muy llamativo conquista por la complejidad y rareza de sus aromas que evoca no a un solo registro sino a toda una macedonia de frutas macerada durante varios dias. Lo más llamativo de este vino es su crianza en ánforas de barro, como en tiempos del imperio romano. Una curiosidad muy bienvenida para abrir una noche de enormes personalidades. Los 5 tintos de la noche en el orden de aparición: Cirsion 2005, Château Léoville Barton 1996, Château Haut Batailley 1990, Château Margaux 1985, Château La Lag
Gastronomía