Pere Masoliver es de Barcelona pero tiene a la isla de Menorca en el corazón y desde hace años navega en su cocina entre las baleares y catalunya sin salir de la Ciudad de Panamá. Dos nombres han ilustrado su trayectoria panameña, primero fue el Café Balear y ahora reune a los fieles de su parroquía bajo el explícito Can Masoliver . Entrar en su restaurante es hacerlo en uno de los templos más singulares de la gastronomía en Panamá: cocina catalana, si, cocina mediterranea también y homenajes a algunos de los pilares de la culinaria española... pero por encima de etiquetas está la satisfacción por sentarse a gozar de todo lo que rodea la experiencia, porque cada plato es sabroso y generoso, jamás decepciona. La carta del Can Masoliver está sujeta a modificaciones diarias, el espíritu inquieto de Pere hace que cada mañana se plantee que platos no quiere ver escritos en el mural y cambia el menú según el estado de humor. Porque regreso a este racó catalán: Porque me encanta su conejo d
Gastronomía