El doctor Humberto Blanco nos invita regularmente a su finca, siempre hay una escusa para regresar a este paraiso terrenal. El pasado 20 de marzo fue para celebrar el cumpleaños de mi hija y de rebote mi santo, Sant Josep Oriol. Escondida en un rincón del Estado Miranda, es el lugar favorito para el descanso para este conocido psiquiatra venezolano. En el terreno disfruta de árboles frutales, de otros cultivos y un frondoso bosque de bambú que en el espacio neurálgico de la finca, donde nos reunimos para hacer sancochos y carnes a la brasa, pareciera que estuvieramos protegidos en la nave central de una catedral de bambú siendo la parrilla el altar desde donde oficiamos las misas gastronómicas. En esta ocasión celebramos el final de la cuaresma y sus restricciones cárnicas con un espectáculo de carnes y chorizos siendo el chicharrón el gran triunfador de la tarde , quizás el mejor que he comido en muchisimos años... en silencio oré para que sobrara chicharrón y cual autoridad arbitr
Gastronomía