La Plaza Bolívar es uno de mis rincones favoritos de la capital panameña, tiene una magia especial, nos hace sentir de forma abrumadora el carácter del Casco Antiguo y desata la imaginación de como era la vida en Panamá cuando todo lo relevante sucedía en las calles y plazas de intramuros. En plazas como Bolívar, Catedral o Plaza Francia se ha escrito la historia de este país, como bien retrata el libro de Juan David Morgan "Entre el Cielo y la Tierra", en cada ocasión que visito estos escenarios no puedo evitar evocar su peso histórico y considero un privilegio sentarme a cenar en alguna de las terrazas del perímetro de la plaza. Ego y Narciso no es nuestra primera opción, pero no por su calidad gastronómica, si acaso por una oferta más pensada para la cena en pareja y el encuentro entre grupos de adultos y nosotros solemos visitar el casco con los niños y buscamos mesas para contentar a toda la familia. El lugar es sofisticado en su interior y muy ameno en la terraza, so
Gastronomía