El sábado toda la familia fuimos invitados a una finca en el interior del estado Miranda para celebrar el cumpleaños de uno de mis sobrinos. El marco era perfecto para que los más pequeños pudieran jugar a sus anchas en un entorno natural dominado por la clásica iconografía tropical de bambú y plátanos. Los mayores teniamos otros objetivos más asociados a la satisfacción culinaria siendo el protagonista absoluto un "sancocho cruzao". Personalmente estaba muy motivado para aprender los secretos de esta preparación, ya en Catalunya una de mis pasiones era preparar el cocido de invierno, nuestra Escudella y Carn d'Olla, de modo que me convertí en el pinche de la señora Carmen y acompañé cuchillo en mano todo el preámbulo y la posterior actividad en la brasa. El escenario, teatro de operaciones de una tarde de sancocho todo perfectamente coordinado: venezolano que no tiene cava, no es venezolano !!!! Las brasas están preparadas, Humberto hace los honores y empieza una ta
Gastronomía