El fotografo catalán Andreu Gual nos deleita con esta imagen de una avenida de la ciudad de Tarragona. El invierno está a punto de concluir y el mal tiempo persiste pero en la calle encontramos un protagonista perenne de nuestras ciudades: el puesto callejero de churros. . Desde que tengo memoria las churrerías callejeras han tenido un enorme atractivo a mis ojos. A cierta distancia ya podemos adivinar su presencia con el olfato gracias a los aromas de fritanga en aceite que desprenden estos puestos. Sus propietarios acostumbran a ser también los que atienden y la oferta de productos les permite ser atractivos a toda hora gracias a un juego perfectamente estudiado de productos dulces y salados que nos conquistan por el lado de la gula desenfrenada, por la apetencia de lo prohibido por las dietas y medicos de cabecera. . La Churrería es por tanto el enemigo público número 1 del colesterol y de los cánones de la vida contemporanea debido a tanta grasa saturada pero a la vez son un ejemp
Gastronomía