Oriol Serra Nadal - La Cuenta, por favor

Domingo por la mañana, no hay tráfico en Panamá, la ciudad parece desierta. Llegamos al edificio de la naviera Evergreen, el hall está abandonado, llama la atención el puesto de vigilancia con las cámaras de seguridad encendidas, ¿habrá pasado antes que nosotros el agente secreto de Impossible Mission para robar un microfilm decisivo para la paz mundial?. Domina una sensación misteriosa de silencio y abandono como si fueramos los protagonistas de la película Matrix asaltando el edificio de los malos para salvar a Neo. . Se abre el ascensor, no hay nadie. Tocamos todos los botones pero solo funciona el número 4, más misterio, ¿estamos entrando en una madriguera sin escapatoria?. Contenemos la respiración hasta que el elevador se detiene, se abren las puertas y de pronto... . ¡Sorpresa!, un restaurante de amplios salones ante nuestra atónita mirada, lleno a rebosar, toda la ciudadanía de la capital ha decidido desayunar en el mismo lugar, el bullicio es impresionante, todas las mesas ocu

Mi pasión por la gastronomía de China viene de muy antiguo. Cuando eramos niños me fascinaba visitar aquellos restaurantes decorados como en las películas de Bruce Lee en las escasas ocasiones en que mis padres decidían por esta alternativa, en las postrimerías de los 70 y durante los primeros 80 la oferta de comida oriental en Barcelona era escasa. . Posteriormente se popularizó como alternativa al fast food norteamericano y aquella cultura gastronómica milenaria se vanalizó para ofrecer su peor cara como oferta barata y comida para llevar, como después, en los noventa pasó con la comida japonesa. En Barcelona quedaron para mi deleite un par de lugares con un concepto distinto, con propuestas más auténticas, uno en la calle Brusi esquina con calle Balmes, el segundo en Mariano Cubí con Aribau, ambos en el distrito de Sant Gervasi. . Mi percepción sobre la riqueza, profundidad y sofisticación de la cocina china cambió definitivamente en los primeros años de la década de los noventa gra

En estas fechas cumplo el primer año de intensa actividad en Panamá, desde marzo 2008 hasta octubre concentré mi trabajo durante una semana cada mes mientras seguía atendiendo mis negocios en Venezuela por lo que tuve escasas experiencias de ocio en los restaurantes de Ciudad de Panamá.. . Desde octubre hasta ahora, con el traslado definitivo al istmo con la familia, he empezado a conocer lo que se cuece en los principales fogones de la capital y poco a poco se han ido configurando las primeras preferencias y platos para recordar y repetir. Este es el primer listado a vista de pájaro de lo que me ofrece Panamá para mi paladar: . Desayunos: . . Los Churros de Manolo's en Via Argetina. La oferta de churros de Churrería Manolo's es de gran calidad, son imprescindibles los churros rellenos de arequipe, el chocolate a la taza ahora ya es espeso como a mi me gusta, conseguí convencerlos del cambio. . El Higado encebollado, los huevos fritos con tocineta y el emparedado de salami co