Mi pasión por la gastronomía de China viene de muy antiguo. Cuando eramos niños me fascinaba visitar aquellos restaurantes decorados como en las películas de Bruce Lee en las escasas ocasiones en que mis padres decidían por esta alternativa, en las postrimerías de los 70 y durante los primeros 80 la oferta de comida oriental en Barcelona era escasa. . Posteriormente se popularizó como alternativa al fast food norteamericano y aquella cultura gastronómica milenaria se vanalizó para ofrecer su peor cara como oferta barata y comida para llevar, como después, en los noventa pasó con la comida japonesa. En Barcelona quedaron para mi deleite un par de lugares con un concepto distinto, con propuestas más auténticas, uno en la calle Brusi esquina con calle Balmes, el segundo en Mariano Cubí con Aribau, ambos en el distrito de Sant Gervasi. . Mi percepción sobre la riqueza, profundidad y sofisticación de la cocina china cambió definitivamente en los primeros años de la década de los noventa gra...
Gastronomía