. Comer 3 veces en poco más de una semana en un restaurante debe suponer un halago que poca explicación más requiere. Como barcelonés de nacimiento, el nombre del lugar ya resultaba a priori llamativo, pero a la vez me causaba recelo y temor que no fuera a dar la talla y mi amada ciudad quedara asociada en Panamá a una gastronomía que no fuera a mis ojos reconocible. Como en otras ocasiones, estaba equivocado, tardé demasiado en visitar el lugar para romper en una sola sentada mis prejuicios. La primera buena noticia fue saber que el chef ejecutivo, Daniel Bausà , es barcelonés y que en mi ciudad estuvo al frente del restaurante de un hotel mítico en la montaña del Tibidabo desde donde se disfruta de las mejores vistas sobre la ciudad condal. La segunda noticia buena, en definitiva la más importante, es la conquista del paladar que tapa a tapa, plato a plato, fue creando emoción por unos sabores que son los de mi tierra natal, raices, costumbres, recuerdos, vida, sábados de primavera...