En Eurasia habré comido en unas 5 ocasiones aproximadamente y la razón del regreso tiene dos protagonistas: la crema de pescado con almejas y vieiras y sombrero de pasta de hojaldre, 4 de las 5 veces insuperable, una cumbre gastronómica en toda la regla. . La otra razón que provoca mi regreso es al final del ágape, en los postres, con la mejor mesa de pasteles en donde destaca uno de chocolate que simplemente es el "no va más", propio de una mano pastelera artesana con fundamento que logra una textura que hace saltar lágrimas de placer. Lo hemos experimentado con amigos a quienes hemos invitado a descubrir el lugar y la reacción siempre es la misma: la sensualidad del chocolate en grado superlativo!!! . Más allá de estas dos razones, el resto de la propuesta culinaria está trufada de fusiones franco orientales, algunas mejor logradas que otras pero que no alcanzan el cénit de la entrada y la salida, como en muchas operas, el segundo acto es la transición entre el espectáculo
Gastronomía