En pocas fechas el Celler de Can Roca va a cumplir 8 años desde que hiciera mudanza a la nueva instalación del restaurante a unos 100 metros de la ubicación histórica de la familia. Un mes antes de aquel traslado, en octubre de 2007, los visité sin reserva previa, de manera improvisada y en solitario ya que andaba de visitas ruta de trabajo por el Empordà y el día antes había asistido al cierre de temporada en El Bulli, unos pocos kilómetros más al norte. De aquella increíble experiencia nacieron una serie de textos que publiqué pocos días después en Caracas para intentar explicarle a los fanáticos de la gastronomía de América Latina que lo que venía pisando fuerte en Catalunya y España eran aquellos tres hermanos de Girona cuya capacidad de innovación e inspiración era inaudita, audaz y de unos niveles de vanguardia a la par de lo que entonces significaba El Bulli, pero con el beneficio adicional de que su propuesta era "tangible" y "legible" desde la persp
Gastronomía