En el Restaurante El Bodegón de Panamá un grupo de amigos y clientes incondicionales de la casa se reune desde hace 7 años para celebrar la navidad. Es un evento esperado por todos y sirve para unir a hombres que desde su origen español llevan muchos años viviendo y trabajando en Panamá.
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Desde mi llegada a Panamá todo han sido buenas experiencias y especialmente muchas amistades nuevas que calientan el alma y el corazón, entre estas amistades está el propietario de El Bodegón, el gallego Ramón Barreiro, su hijo Moncho y el chef madrileño Álvaro Perrino, que en esta casa es tratado y querido como otro hijo. Todos ellos han abierto las puertas de par en par no solo a mi, a toda mi familia, con un cariño que es mutuo que convierten a Ramón y su familia en uno de los valores más apreciados de esta nueva vida que recién hemos inaugurado en el istmo.
La semana pasada, dos días antes de trasladarme a Caracas, fui invitado a unirme a este gran grupo de amigos que la familia Barreiro ha sabido crear y mantener año tras año para celebrar la navidad. Igualmente fui invitado a colaborar en la fiesta con los vinos que representamos en Panamá y junto a Álvaro coordinamos un menú de degustación que armonizara con mis mejores vinos, o mejor dicho, una degustación de vinos que armonizara con los mejores platos de Álvaro.
El menú empezó con una degustación al natural del aceite de oliva de la DOP Siurana, el Elixir de Oleum Priorat, arbequinas del Priorat para el mejor aceite de oliva que tengo actualmente en el catálogo. El aceite participó en el alma del primer plato del menu de degustación. un Tartar de Atun rojo y conchuelas con huevas de pescado con una reducción de Elixir de Oleum Priorat. El plato estaba acompañado del vino Secreto Sauvignon blanc 2007 de Viu Manent, valle de casablanca, Chile.
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El menu continuó con un impresionante consomé con sus setas y hongos y crujiente de ibérico regado con el fantástico AN/2 2006 de Viticultors Ànima Negra de Mallorca. El pescado elegido para la ocasión fue un Róbalo en infusión de langosta con verduritas laminadas que tenía como compañero al cava catalan Canals Nadal Brut Nature Gran Reserva 2004. Álvaro, que domina como pocos la cocción de la carne de res, ofreció como plato principal del menú un solomillo de angus con foie y salsa de manzana caramelizada que necesitaba la compañía de un vino mineral como el vino del Priorat Mas Sinén 2004 de Celler Burgos Porta.
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Para los postres, uno refrescante de cítricos en texturas y para los muy chocolateros unas variaciones de chocolate en forma de bombones explosivos que jugaron con el Semillon Noble Botrytis selection 2007 de Viu Manent. Terminamos el menu muy satisfechos pero con la panza en su sitio para prolongar una tarde que todavía nos reservaba gratas sorpresas.
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Café, copa, turrones y música, porque de tabaco ni hablar por las restricciones de la legislación vigente, ilustraron las siguientes horas. Con la aparición de un grupo de mariachis el ambiente se tornó fabuloso porque descubrimos a más de un artista de la interpretación entre los invitados. Un encuentro inolvidable que para mi fue todo un privilegio, porque no hay otra manera de describir lo que uno siente cuando le abren las puertas del cielo. Feliz navidad para todos y muchas gracias a la familia Barreiro, al Bodegón y a sus amigos por tanta generosidad.
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