Desde las primeras votaciones hasta el final de las mismas Carlos García se destacó en la primera posición hasta la noche de ayer en la que se confirmó que para el 26% de los participantes ha sido el que más les ha conquistado. Con este reconocimiento, cuyo valor o trascendencia juzgará cada uno de ustedes, Carlos García confirma que este 2008 ha sido el año más importante en su carrera profesional con la consolidación de un sueño, tener su propio restaurante, el Alto donde elevar su exigencia de forma ilimitada y disponer de un espacio hecho a la medida para ofrecer todo su potencial creativo y su voluntad de servicio.
La cocina del Restaurante Alto ha escrito algunas de las páginas más importantes de la gastronomía venezolana en este 2008. Sin duda se ha consolidado como una referencia en el país y su trascendencia ha traspasado fronteras.
Lo escribía Sumito Estevez en fechas recientes, reflexionando sobre la calidad de la alta gastronomía latinoamericana y la falta de referencias clasificadoras en el continente al estilo de la Guía Michelin. En un año en el que el abanderado de la gastronomía venezolana ha sido nuestro embajador más que nunca y ha paseado por casi todos los paises de América Latina, declaraba con contundencia que en el caso que Michelin fiscalizara la calidad restauradora de nuestras latitudes, los primeros que merecerían tal distinción serían el brasileño Alex Atala y su restaurante D.O.M. en Sao Paulo y nuestro Carlos García con el Restaurante Alto. En el 2006, a poco de conocer su cocina recuerdo un post en donde consideraba a Carlos un exponente con calidad de exportación que podría triunfar en cualquier capital gastronómica que tengamos en la cabeza.
Ha sido este 2008 un año de intensidad desmesurada para Carlos García, a finales del pasado 2007 inauguraba Alto después de casi un año de agotadores y estresantes preparativos que hicieron que desapareciera de la escena pública. Poco a poco fue tomando velocidad de crucero, recuperando las sensaciones de cocinero, tomando de nuevo confianza en su instinto creativo, haciendo suyo el nuevo espacio y formando con paciencia un nuevo y robusto equipo de colaboradores para que desde el primer tercio del año hasta el día de hoy se viva cada día en Alto una experiencia gastronómica única en Caracas.
En medio de todo esto buenas noticias y momentos de enorme trascendencia afectiva, eventos imborrables como aquel que organizamos en el que a través de mis vinos del Priorat, Carlos y Takeshi dibujaban un mano a mano en homenaje a la cocina catalana y a la próxima partida del chef japonés, quien iba a decirle a Carlos que de forma mucho más discreta aquel evento también simbolizaba mi cercano cambio de rumbo. Los tres sabemos perfectamente todo lo que simboliza aquel evento y el alcance de nuestra amistad.
Carlos García, Oriol y Takeshi celebrando el éxito del evento "Cocina y Pasión por el Priorat" a mediados de año, penúltimo evento del japonés en Venezuela y su despedida del público caraqueño.
Pero en un año plagado de éxito de público y reconocimiento de la crítica, una noticia quebró la paz en nuestra comunidad de amigos, la enfermedad llamó a las puertas de la familia García para poner a prueba la humanidad de Joaquim García, el padre de Carlos. Hoy, después de varias intervenciones quirúrgicas y un sinfín de esfuerzos, Joaquim y su familia siguen luchando con fortaleza y unión para recuperar la salud, pero lo que ninguno de nosotros olvidará jamás es la comunión de todas las fuerzas vivas de nuestro sector para apoyar al amigo.
Alguien acertó a decir en una de aquellas reuniones preliminares del evento "Cocineros por un Cocinero, un brindis por Carlos García" que de todo lo malo, lo único bueno para conseguir aquella implicación sin precedentes es que aquello le pasaba a Carlos García, su bondad y humildad personal y profesional cala tan hondo en todos los que le conocen que no hubo nadie que no aportara un granito de arena para ofrecer su talento. Aquellas 4 noches por Un Cocinero fueron inolvidables para todos y marcan un hito solidario que desde entonces provoca serios intentos de consolidar aquella unión por una causa en una organización de profesionales de la gastronomía que se prepare para dar respuesta a futuros percances y establezca las bases de una sólida representación del talento venezolano.
Carlos sigue trabajando, día a día, por ofrecer desde los fogones de Alto una cátedra culinaria, esta semana pude confirmarlo en una comida que ofrecía tres platos de los cinco que probé que directamente se sitúan en el Top 5 de la trayectoria que conozco; el huevo perigord, una suerte de huevo invertido con trufa negra en la corona y foie con reducción de oporto escondidos en el findo, la catalana de estilo asiático armonizada con Palo Cortado que tanto sorprendió a aquella mesa formada por Ben Ami Fihman, Mijares y Elena Arzak y que según los presentes provocó un reconocimiento contundente de "la mijares" por aquella increible armonía aseverando que ni en España intentaban algo parecido.
Por último, un guiño para los que deliramos por las ordinarieces más sublimes, una versión actualizada de las manitas de cerdo servidas como en un corazón de sabor. Ese es Carlos, trasnformador de ideología, conocimientos y sentimientos en un corazón enorme de sabores.
Hola Oriol, siempre sigo tu blog, espero nos podamos tomar un cafe cuando estes de regreso en Panamá, mira mi ultimo post:
ResponderEliminarhttp://xocolab.blogspot.com/2008/12/chocolate-ron-castaas-y-turron.html
Hola mi querido Oriol, estoy de paso para desearte a ti y a tu familia una feliz navidad y un feliz año...que les de mucha salud y que tus proyectos se sigan concretando...para la proxima visita seguro nos vemos..
ResponderEliminarUn beso grande!!!!
Hola Oriol, feliz año anticipado para ti y tu familia por adelantado!!
ResponderEliminarQue bella reflexion y recuento sobre este año 2008 del gran amigo y colega Carlos, lo mejor es que estoy absolutamente de acuerdo!!
Debe sentirse muy contento por tener amigos como tu!!!
Un beso enorme y otro para la familia...nos vemos pronto!
Ana Belen