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Las hallacas de mi suegrita son las mejores, y las primeras de la temporada insuperables

El sábado y domingo ataqué las primeras hallacas de la temporada navideña, en mi caso debo decir que las que hace mi mamá política en Venezuela son las mejores. Son ya 11 años de hallacas desde que las probé por primera vez y junto con el pan de jamón constituyen para mi el avance dorado de la navidad venezolana.
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Sucede algo curioso con estos dos iconos de las fiestas decembrinas, los gozamos más antes de la nochebuena que durante la fiesta misma: el pan de jamon aparece con semanas de antelación en las panaderias y uno pide un par de porciones para el desayuno. La Hallaca al ser elaboradas en equipo por el grupo familiar en los primeros dias de diciembre para ser consumidas durante las fiestas, es irresistible comerse unas cuantas durante estos días. Así llegamos a la nochebuena con los regalos gastronómicos de santa claus adelantados y en la mesa pareciera que se pierde parte de la sorpresa con estos dos manjares.
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En Catalunya me sucedía con los turrones artesanos, los difrutabamos ya desde las fechas previas y el día de navidad cuando aparecían en la mesa no podían competir en voracidad y deseo con el pavo relleno o la escudella i carn d'olla reservadas unicamente para ese día del año

Suerte que en la noche de navidad otros actores toman el protagonismo en mis deseos: la ensalada de gallina y el pernil... porque esa es otra de las joyas de mi suegrita, como el pernil que ella hace no hay ninguno !!!!!!!!

y así, la rueda de la vida, sigue girando, y a finales del próximo noviembre deliraremos con las primeras hallacas y un buen pan de jamón con abundante aceituna en sus entrañas. Como la cocina de temporada no hay nada porque nos hace soñar con el futuro gracias a lo que experimentamos en el pasado.
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