Ayer por fin me decidí a recorrer la Candelaria y comprobar por mi mismo su enorme oferta restauradora. Hacia 7 u 8 años que no había paseado por este rincón capitalino entonces como turista ocasional. Desde que elegí Venezuela como residencia no había regresado y lo atribuyo a que me interesó conocer a fondo la gastronomía de origen local y la oferta de vanguardia que nos ofrece Caracas y el interior del país, dejando en el tintero las propuestas de origen gallego y vascas... no existe en mi ningun tipo de nostalgia por la costa cantábrica todavía y si un cierto temor a que me decepcionara la versión de este lado del atlántico. El paseo dominical por la candelaria fue pacífico, no había gentío ni problemas para circular, llegamos con toda comodidad y desde una esquina teniamos una amplia oferta a nuestros ojos: la Cita, La Tertulia, el Guernika y el Bar Basque ... todas las voces autorizadas me invitaron a empezar por este último. Sabia decisión y extraordinario premio a la primera vi...
Gastronomía