Ir al contenido principal

Le Raffiné, retrato de la Francia más auténtica en los fogones

Acabamos de disfrutar en familia de la 2a visita a Le raffiné en una semana. Esta noche, aún con la boca entumecida por la irresistible fondue de queso, dejo constancia del primer acontencimiento trascendente en lo gastronómico de este nuevo año en Panamá.
.
La cocina francesa se identifica en este lado del océano en la "modernidad" parisina de la década de los 70, sofisticación, complejidad, muchas "salsas" de mantequilla y elevados precios en la cuenta, suficientes ingredientes para un corte de digestión. Este modelo se exportó durante años y acabó convirtiéndose en una pesada losa para el comensal.
.
Le Raffiné rompe radicalmente con esta tradición gracias a la mentalidad innovadora y a la vez tradicional de sus propietarios, Jean Robert en los fogones y Jessica en la sala. Poseen la razón de los que se sienten del interior, en este caso del sur de Francia, gente distinta y afable, alejados de la arrogancia de París.
.
Obsesionados en sus platos con el auténtico valor de la materia prima de calidad, mínima intervención para lograr máxima expresión en los sabores y aquella inteligencia natural de la cocina de los pueblos en donde es inaceptable presentar un plato en donde existan artificios, solo verdad y trabajo para que el matiz del recuerdo se acerque a "como lo hacía la abuela".
.
Imperdible el foi gras maison en los entrantes, simplemente provoca una lágrima de felicidad y el egoismo con los amigos de mesa... ni hablar de compartir. Súmale las conchuelas con aires de indochina o el camembert con merlelada de cerezas. En los principales hagan las paces con el magret o descubran la cassoulet, en cuestiones de pato son imbatibles.
.
Pero sobretodo apuesten por los quesos fundidos, la fondue es el "rien va plus" en la ruleta del gourmet, siempre saldran victoriosos y millonarios, porque ni se imaginan hasta donde es capaz de alterar el alma esta fusión de quesos, vinos y especias en una marmita caliente, el pan casero robando fundidos y la boca llorando.
.
No se porqué escribo esto, como agarre fama pierdo mi mesa... aunque con el corazón en la mano, mi mayor deseo sería que el que me lea se atreva a disfrutarlo, vale la pena y sus promotores merecen tener éxito en Panamá.
.

Comentarios

  1. Doy fe de todo lo que acabas de decir, sólo de pensar en el foie se me hace la boca agua...
    En mi próxima visita, espero que sea pronto, voy directa a por el magret!

    Les deseo mucha suerte a esta pareja tan auténtica ;)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Olio di Sansa di oliva: Estafa en los anaqueles

¿Alguien me entiende cuando digo: " Setze jutges d'un jutjat mengen fetge d'un penjat "? En realidad no digo nada, es solo una frase para poner a prueba a los que intentan aprender pronunciación catalana. Pues bien este "trabalenguas" tiene un significado tan oculto como el producto que se esconde tras las etiquetas de botellas de " olio di sansa di oliva ". El mercado venezolano va a inundarse de este tipo de aceite "de oliva". La empresa que gestiona los permisos sanitarios de mis productos comentaba esta semana que en el Ministerio de Salud existía una gran cantidad de expedientes pendientes de aprobación de aceite de orujo de aceitunas. La razón principal es que el precio del aceite de oliva virgen ha subido mucho por la escasez provocada por las heladas del pasado invierno en la cuenca mediterranea, por tanto muchos importadores se han decidido a incorporar un subproducto derivado de la aceituna que podriamos catalogar como el más in...

Pedir la cuenta en un restaurante, un signo globalizado

¿Cómo pides la cuenta en un restaurante? De Barcelona a Toquio, de Nueva York a Buenos Aires, a menos que el camarero esté a nuestro lado y verbalicemos la petición, el signo que realizamos es un código fundamental de la cultura humana global: los dedos pulgar e índice unidos acompañado del movimiento rápido y en vaivén de la mano con el brazo ligeramente alzado hasta conseguir la atención y asentimiento del servicio del restaurante... por mucho que le doy vueltas, no encuentro otro signo gestual más universal y difundido que este, posiblemente solo superado por el SI o el NO gesticulado con la cabeza al comprobar si el contenido de la cuenta es el esperado.

Lapa horneada y guisada

Hoy tuve un dia demasiado complicado, muchos compromisos de última hora con mis clientes antes de tomar unos días en familia. Bien avanzado el mediodia todavia no había comido nada y recalé en un centro comercial cercano al aeropuerto de la Carlota. Estaba citado con un amigo en una tasca española para comer unos callos a la madrileña pero se habían terminado, de modo que salimos en búsqueda de otras tasquitas donde saciar el vicio común por este manjar. En una de las tasquitas escondidas en la jungla de cemento, no diré nombres, leia en la carta "propuesta del cazador"... pregunté y el mesonero sigiloso y escueto dijo un nombre: "Lapa" Mi amigo venezolano me miró con los ojos abiertos, lleno de ilusión me dijo: "es ilegal, pero es buenisima", recordé la inolvidable experiencia con la sopa de "aquel animal que vive con su casa a cuestas" en la peninsula de Paraguaná, también ilegal en su captura y comercialización... no hay nada más atractivo par...