Tarde de fantasía en EL NIPPON, una especie de portal mágico que desde L'Hospitalet nos traslada a la ciudad nipona de Nagoya sin levantarnos de la mesa.
Tiene un año en la calle Barcelona de Hospitalet en un tramo poco cómodo para el peatón, puerta pequeña y discreta sin ventanales que permitan "espiar" antes de entrar.... gran error no haber entrado hasta ayer... más vale tarde que nunca!!!
En lo gastronómico, como en Matrix, hay que elegir entre la píldora azul o la roja para seguir confortablemente engañado con el abc clásico nipon (que no falla) o ser más atrevido y conocer la verdad de la ambición de una cocina que es fruto de la fusión de un matrimonio hispano-japonés con dos hijos en cocina dispuestos a reescribir la historia. Nos conquistaron los especiales de la casa, maki roll atrevidos, modernos que provocaron batalla de palillos entre los comensales por las últimas piezas.
La última estación del almuerzo fue un golpe en la mesa del chef que responde a lo grande con la petición "sorpréndanos": Nigiri sushi de ventresca de salmón tibio con sus huevas que nos deja sin habla, solo onomatopeyas de placer. Temaki de atún de textura y firmeza perfecta con elegantes aromas de cebolla y un Nigiri de langostino tempurizado con mayonesa a su manera... Brutal
Tiene un año en la calle Barcelona de Hospitalet en un tramo poco cómodo para el peatón, puerta pequeña y discreta sin ventanales que permitan "espiar" antes de entrar.... gran error no haber entrado hasta ayer... más vale tarde que nunca!!!
En lo gastronómico, como en Matrix, hay que elegir entre la píldora azul o la roja para seguir confortablemente engañado con el abc clásico nipon (que no falla) o ser más atrevido y conocer la verdad de la ambición de una cocina que es fruto de la fusión de un matrimonio hispano-japonés con dos hijos en cocina dispuestos a reescribir la historia. Nos conquistaron los especiales de la casa, maki roll atrevidos, modernos que provocaron batalla de palillos entre los comensales por las últimas piezas.
La última estación del almuerzo fue un golpe en la mesa del chef que responde a lo grande con la petición "sorpréndanos": Nigiri sushi de ventresca de salmón tibio con sus huevas que nos deja sin habla, solo onomatopeyas de placer. Temaki de atún de textura y firmeza perfecta con elegantes aromas de cebolla y un Nigiri de langostino tempurizado con mayonesa a su manera... Brutal
DE POSTRE, UN REGALO DE TE VERDE
CHEESE CAKE & TE MATCHA. Final dulce perfecto, elegantes notas de te verde japonés en el balance ideal con la tarta de queso y en brillante combinación con mermelada de frutos del bosque y sus bayas. Poesía visual. Arte en la mesa.
La experiencia concluye con una comparación de whisky japonés, Suntory vs Nikka y del mejor modo posible, creando lazos y amistades con esta familia con raíces japonesas y españolas, contamos los días para una próxima visita.
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