Conocí a Toni Nuñez, chef y "alma" de esta alkimia de sabores, hace unos meses, hombre extrovertido y simpático, como buen andaluz. Me habló de su proyecto de futuro y en su momento pensé que a la ciudad le iría bien un maestro de la tapa y la fritura andaluza, posiblemente el arte culinario que mejor distingue la gastronomía del sur de España.
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He almorzado en dos oportunidades y practicamente he repetido el menú con la excepción de los principales: croquetas de jamón, calamares a la andaluza (padre, hijo y espíritu santo de las "arañitas"), patatas bravas, huevos fritos estrellados con jamón, gulas con guindilla, sopa de cebolla... y unas almendritas fritas viciosas..
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El motivo era la necesidad de saciar el ansia de la fritura hecha con calidad porque hay pocas satisfacciones tan elevadas en lo que a texturas se refiere como el crujiente en la boca provocado por un alimento rebozado en aceite hirviente.
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En Panamá la fritura está muy arraigada en las costumbres locales pero he caido en la "trampa" en ocasiones contadas por el abuso de aceites vegetales de mala calidad por lo que la bomba de grasas saturadas es mortal de necesidad. La particularidad de los andaluces es la técnica de la fritanga en aceite de oliva, temperatura y tiempo de cocción perfectamente medido para un resultado brillante: las grasas no penetran en el alimento y conservan todas sus propiedades, cualidades nutritivas y sabores naturales. ¡¡ Cuando prueben las "arañitas" de Alkimia me contarán la diferencia!!
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Alkimia es garantía de cocina andaluza y española, es también entrar en la casa de Toni porque la convivencia en una taberna de Andalucía es completa e imprevisible, perfecta en aquellos días en que uno busque compañía y fiesta improvisada... quizás empiecen sentados en la mesa hablando de negocios y terminen cantando sevillanas o en una tertulia con desconocidos hasta el amancer, ese es "el duende" de los andaluces, una alegría contagiosa para vivir sin enfados. ¡Estan advertidos!
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