La monotonía climática en el caribe casi provoca que me olvide de que estamos en las fechas más importantes del consumo de castañas. A finales de octubre, terminadas las vendimias y en la parte final de la temporada de recolección de las setas tempranas, los bosques nos ofrecen un fruto peculiar, envuelto en una corteza agresiva y punzante, y que podemos recoger sin demasiado esfuerzo: las castañas.
.
La temporada coincide con los primeros fríos severos, aquellos que anuncian la cercanía del invierno, y con el veloz recorte de las horas de luz en el hemisferio norte que se escenifica dramaticamente con el cambio al horario de invierno, aquel que provoca que las 5 de la tarde se conviertan en 5 de la noche entre noviembre y marzo.
.
El consumo de castañas asadas es el primer símbolo del combate contra el inicio del invierno en los pueblos y ciudades de Catalunya, las calles se llenan de puestos ambulantes que ofrecen al transehunte media docena o una docena de castañas asadas en un "cucurucho" de papel periódico (ya no recuerdo el precio, quizás con la crisis están baratas). Para completar la imagen iconográfica tradicional, lo mejor es que sea una vendedora ambulante más vieja que nuestra tatarabuela, milagrosamente viva, evidentemente viuda y vestida de negro, la castañera.
.
Lo mejor de esta compra a la castañera es el calor que desprende el mismo formato de transporte del fruto, un sosiego para las manos en el paseo callejero, placer que aumenta con el consumo, casi al límite de lo soportable para los dedos en su labor de apertura de la cáscarca. Quemazón que altera labios, lengua y paladar, pero que resulta irresistible porque es un calor casi perenne cuando todo lo que nos rodea tiende a la congelación.
.
¿Se nota que tengo ganas de que se me congele el tuétano?, guárdenme unas castañitas que no tardaré en venir a buscarlas, seguro que aún estarán calientes...
Nostagia y evocación de mis años romanos. Aguien debiera asar castañas aquí en Panamá en un local bien frío.
ResponderEliminarSerá que tenemos al "mago merlin" tan cerca que no hemos sido capaces de verlo: venga Peeeeeeedro, unas castañitas!!!!
ResponderEliminarHay un dicho del humor sarcástico e introvertido del vasco, que se cuenta mucho en sidrerías...................
ResponderEliminar"quién a buena castaña se arrima, buena sombra le cobija".
Saludos.
SOLICITO FORMALMENTE INFORMACIÓN SOBRE VENTA DE CASTAÑÁS ASADAS EN PANAMA. ME DECLARO CONSUMIDOR.
ResponderEliminar