Considero una suerte inmensa para todos los enófilos, locos, fanáticos y creyentes del Dios Baco que convivimos en Panamá que por fin exista una cueva secreta donde reunirnos las doncellas y caballeros que juramos fidelidad eterna al contenido más literal del Santo Grial: el Vino.
.
En este templo de copas y taninos se juntan dionisio, baco, los apostoles y hasta Robert Parker y su abogacía del vino para situar en los altares a los grandes protagonistas: las botellas. Nunca ha sido más certera esta imagen porque en Cavas se nos muestran más de 80 beatos, santos y arcángeles blancos, rosados, tintos y espumantes en sus pedestales tecnológicos, y gracias a estas máquinas de precisión, el vino se conserva in secula seculorum a botella abierta sin perder su esplendor vital.
.
Los feligreses al entrar recibimos un pasaporte para administrar nuestras pasiones, tarjeta con chip y crédito incorporado, localizamos y elegimos el tamaño del expendio en la copa del santo de nuestra devoción: una onza para saber si le dedicamos una plegaria, 3 onzas para un credo y 5 si merece la pena una misa.
.
Aunque la botella completa está a disposición de los integristas, en mi caso prefiero ser radicalmente infiel, el concepto del local permite viajar de un merlot chileno a un zinfandel californiano, ir a por un malbec mendocino y cruzar el charco para deleitarse con borgoñas, toscana o garnacha catalana, y, si aún queda presupuesto, subir el nivel para seleccionar por copas auténticos apóstoles del vino, aquellos que quitan el aliento por el precio cuando se presentan en botella cerrada.
.
El vino es la razón por la que visitamos el local, pero al vino hay que darle compañía porque invita a comer. En estos primeros días solo ofrecen entrantes fríos y tablas de quesos y embutidos, pero para lograr un regreso continuado deberán encender fogones y que con el tiempo el plato y la copa vayan juntos al altar de la mesa, cuando suceda, estará muy cerca el éxtasis al que aspira todo bon vivant.
El vino es la razón por la que visitamos el local, pero al vino hay que darle compañía porque invita a comer. En estos primeros días solo ofrecen entrantes fríos y tablas de quesos y embutidos, pero para lograr un regreso continuado deberán encender fogones y que con el tiempo el plato y la copa vayan juntos al altar de la mesa, cuando suceda, estará muy cerca el éxtasis al que aspira todo bon vivant.
.
Cavas Wine Tasting. Calle 51 Este con Calle Manuel Maria Icaza, Torre Magna Corp, Local 2 Area Bancaria - Ciudad de Panamá
Comentarios
Publicar un comentario