El próximo 10 de junio voy a cumplir un año desde mi llegada a Venezuela, mi apartamento de Barcelona aún tardó otro mes en llegar por mar y la puesta en marcha de Serra & Silva aún necesitó de otro mes. En septiembre empezabamos nuestras operaciones como empresa y en Noviembre se celebró el Salón Internacional de la Gastronomia donde por primera vez nos haciamos visibles.
En el marco del SIG tuve la oportunidad de conocer a gran parte de los personajes que habitan en los fogones venezolanos y sirvió de marco para iniciar relaciones de amistad con Eduardo Moreno y Carlos García. He podido disfrutar desde entonces de su amistad, riqueza y complejidad humana, y me han agasajado en múltiples ocasiones en sus templos culinarios con una generosidad y cariño que simplemente puedo catalogar como extraordinarios.
Ambos son inconformistas y exigentes, en constante crecimiento, ofrecen en cada ocasión que los visito novedades que recuerdan a aquel aviso publicitario de los circos el "más dificil todavía". Carlos ha necesitado el viaje y la experiencia en casas ajenas para explorar su propio mundo, la ultima odisea, en el Celler de Can Roca, ha sido tan provechosa que cuando nos encontramos en marzo en Barcelona soñaba con un año sabático en casa de los hermanos Roca. Eduardo es un estudioso apasionado de lo que los libros atesoran, se ha alimentado de ellos para emocionarse, para crecer, para sentir en su interior un fuego perenne que le da fuerzas para pelear por cambiar cada día el significado del destino.
Creo en ellos, en la satisfacción animal de mis sentidos y el placer intelectual que me aportan sus propuestas... hoy ya no entiendo la vanguardia de la cocina venezolana sin ellos, necesito disfrutar de la aparente antagonía de su libreto para sentir que sin que sean conscientes se complementan y encuentran en sus personales e intransferibles búsquedas.
No existe la perfección, el plato definitivo ni la piedra filosofal, exite buena o mala cocina y aventureros que cada dia se levantan pensando que hoy pueden estar más cerca que ayer de lo que algun dia habian soñado crear. Lo que no saben es que con cada paso al frente aumenta la distancia con el destino final porque la ambición crece con el conocimiento. Para nosotros, comensales, asistir a la particular Odisea de Ulisses de ambos es una bendición, porque lo importante no es llegar al final del camino, lo importante es el viaje en si mismo y en ese transito tenemos un sinfín de oportunidades de capturar el sabor de la eternidad en un solo día.
Para mi, mañana, una nueva oportunidad, esta vez distinta, ya que compartiremos mantel en casa de uno para después devolver visita en la del otro. Gracias amigos !!!!
Tenerte en Caracas ha sido maravilloso, he aprendido mucho con tus cuentos, con tus conocimientos, con tu experiencia. Un catalán gourmet que se ha venido recientemente a estas tierras. Y pensar que tantos venezolanos se han ido. Qué bien cuentas las cosas, Oriol. Qué bueno que alguien como tu nos los diga.
ResponderEliminarQuerida Maria Luisa,
ResponderEliminarTus palabras, siempre bienvenidas, me reconfortan e inspiran. Tu sabes que este espacio nació con motivo de nuestro primer encuentro. Tu constancia y amor por la difusión de la gastronomia es un ejemplo para todos.
un gran beso y hasta muy pronto !!
Oriol
Oriol, de verdad que gracias por invitarme a Malabar, y el sabor del langostino impregnado con cardamomo de Carlitos fue tan impresionante, que todavía lo llevo conmigo. Gracias por dejarme ver la sensibilidad y expresión de Carlos, que lamentablemente carga con una cruz que no le pertenece.
ResponderEliminarQuerido Eduardo,
ResponderEliminarNo sabes como disfruté con tus reacciones en la mesa y la empatía con Carlos !!!!!!
La sobremesa con todo el equipo de confianza de Carlitos fue tan sabrosa como la comida. Quizá el langostino que mejor se impregnó fuimos todos nosotros.
Mañana en cualquier momento paso por Shayará para seguir hablando.
feliz noche,
Oriol
Senor Serra,
ResponderEliminarNo nos conocemos, pero me encontre con su Blog en busca de buenos restaurantes en caracas. Hubiese preferido mandarle un mensaje privado pero al no conocer su direccion electronica esto se me hizo dificil. En total, le escribo porque mi hermana menor cumple 20 anos la semana que viene. Las dos vivimos en Estados Unidos pero en lugares diferentes. Viajare a Caracas a visitarla en los proximos dias y me gustaria celebrar su cumpleanos en un restaurante de muy buen gusto. Tal vez usted me pueda dar alguna recomendacion? Si puede escribame a vacostarubio@mail.com
Muchisimas gracias y perdone el atrevimiento.
Viviana.