Recomiendo la obra de teatro Caricias del dramaturgo catalán Sergi Belbel conocido en Caracas por la obra Hombres y más recientemente por el Método Gronholm.
La obra fue llevada al cine por el también director catalán Ventura Pons y resulta una perfecta coreografia de 13 historias encadenadas sobre el amor, en cada historia dos personajes hablan sobre sentimientos, en la que continua, se repite uno de los personajes para interactuar con otro y ese otro protagoniza con un tercero la siguiente historia. Todos los personajes están conectados pero cada uno solo conoce a otros dos: un padre con su hijo, el hijo con un amigo, el amigo con su novia, la novia con su amante, el amante con su madre para terminar con esa madre vinculada al padre del principio.
Ayer noche estuve invitado en Sibaris de la mano de Carlos Avila y todos sentiamos una gran espectativa por conocernos y que se habia generado entre Héctor, Sumito y yo gracias a la calidez de las palabras que nos han dedicado amigos mutuos como Takeshi y Carlos García. La noche en lo personal fue inolvidable y creo que todos nos quedamos con la ilusión por poder proponer nuevos encuentros...
Me quedo con la música que salía de la cocina, Héctor y Sumito, acompañados por Adrian, Luis, Sofia y el resto del equipo, ofrecieron un concierto en el que cada uno aporta su sabiduria instrumental para que todo suene como en un concierto de U2. La voz solista, Sumito, como Bono, emana un carisma que absorve a todo aquel que se sitúa a pocos metros del escenario.
La obra fue llevada al cine por el también director catalán Ventura Pons y resulta una perfecta coreografia de 13 historias encadenadas sobre el amor, en cada historia dos personajes hablan sobre sentimientos, en la que continua, se repite uno de los personajes para interactuar con otro y ese otro protagoniza con un tercero la siguiente historia. Todos los personajes están conectados pero cada uno solo conoce a otros dos: un padre con su hijo, el hijo con un amigo, el amigo con su novia, la novia con su amante, el amante con su madre para terminar con esa madre vinculada al padre del principio.
Ayer noche estuve invitado en Sibaris de la mano de Carlos Avila y todos sentiamos una gran espectativa por conocernos y que se habia generado entre Héctor, Sumito y yo gracias a la calidez de las palabras que nos han dedicado amigos mutuos como Takeshi y Carlos García. La noche en lo personal fue inolvidable y creo que todos nos quedamos con la ilusión por poder proponer nuevos encuentros...
Me quedo con la música que salía de la cocina, Héctor y Sumito, acompañados por Adrian, Luis, Sofia y el resto del equipo, ofrecieron un concierto en el que cada uno aporta su sabiduria instrumental para que todo suene como en un concierto de U2. La voz solista, Sumito, como Bono, emana un carisma que absorve a todo aquel que se sitúa a pocos metros del escenario.
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