El sábado pasado escribí el último post antes de viajar ese mismo día a Panamá, regresé a Caracas el jueves con tantas cosas en el tintero que hasta ahora no me he sentado frente al papel virtual en blanco. Escribir para mi es un deporte que sustituye las patadas y los goles que alguna vez metí, y como actividad "deportiva" la falta de práctica al no asistir a los entrenamientos provoca lesiones, distensiones de ligamentos, roturas musculares... en este caso la hoja en la que improvisar un mensaje se ve más blanca que de costumbre... sirva este texto como calentamiento previo antes de contaros lo que descubrí en Panamá.
¿Alguien me entiende cuando digo: " Setze jutges d'un jutjat mengen fetge d'un penjat "? En realidad no digo nada, es solo una frase para poner a prueba a los que intentan aprender pronunciación catalana. Pues bien este "trabalenguas" tiene un significado tan oculto como el producto que se esconde tras las etiquetas de botellas de " olio di sansa di oliva ". El mercado venezolano va a inundarse de este tipo de aceite "de oliva". La empresa que gestiona los permisos sanitarios de mis productos comentaba esta semana que en el Ministerio de Salud existía una gran cantidad de expedientes pendientes de aprobación de aceite de orujo de aceitunas. La razón principal es que el precio del aceite de oliva virgen ha subido mucho por la escasez provocada por las heladas del pasado invierno en la cuenca mediterranea, por tanto muchos importadores se han decidido a incorporar un subproducto derivado de la aceituna que podriamos catalogar como el más in...
BLANCA!!! Benvingut
ResponderEliminarya te extrañabamos!!!!
ResponderEliminar...no te va a costar mucho arrancar, pero en que estres!!! nos tuviste...esperemos que no pase de nuevo....por favor!!!
ResponderEliminarQueridos amigos,
ResponderEliminarmuchas gracias por vuestros ánimos, este año quizás va a pasar algunas veces por una agenda de viajes demasiado intensa... espero multiplicarme por tres para llegar a todo !!!!!