Hoy tuve un dia demasiado complicado, muchos compromisos de última hora con mis clientes antes de tomar unos días en familia. Bien avanzado el mediodia todavia no había comido nada y recalé en un centro comercial cercano al aeropuerto de la Carlota. Estaba citado con un amigo en una tasca española para comer unos callos a la madrileña pero se habían terminado, de modo que salimos en búsqueda de otras tasquitas donde saciar el vicio común por este manjar. En una de las tasquitas escondidas en la jungla de cemento, no diré nombres, leia en la carta "propuesta del cazador"... pregunté y el mesonero sigiloso y escueto dijo un nombre: "Lapa" Mi amigo venezolano me miró con los ojos abiertos, lleno de ilusión me dijo: "es ilegal, pero es buenisima", recordé la inolvidable experiencia con la sopa de "aquel animal que vive con su casa a cuestas" en la peninsula de Paraguaná, también ilegal en su captura y comercialización... no hay nada más atractivo par...
Si a ese Primer Ministro le hicieron eso por hacer un programa de cocina ¿Qué no haríamos nosotros siendo que el Presidente se pone a dar detalles de sus irregularidades digestivas en horario todo público un domingo a la hora del almuerzo-desayuno?
ResponderEliminarLeí tu fobia a las colas en Todo en Domingo. Y te felicito pues estar en paralelo con una escritora de la altura de Milagros Socorro es simplemente Palabra Mayor. Pero cuando te leí me dí cuenta que no desfraudastes, me pareció tan buena tu prosa, que estoy de asomado en tu blog...Pero hay un problemita. Creo que se lo puede leer mejor luego de comer, de otra forma se convierte en una tortura medieval.
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