Bodegas Serra de Panamá, Primera etapa elaboración vino de Hogar

Me imagino que muchos han escuchado la expresión "Vino de Garaje" para referirse a pequeñas bodegas normalmente de vinos de alta gama cuyo formato de producción se reduce a unas pocas barricas y sus botellas numeradas se cotizan con precios elevados y altos puntajes en las guías más conocidas.

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Pues bien, en el extremo de esta experiencia se encontraría el Vino Casero o elaborado en casa, que prefiero llamarlo "Vino de Hogar", y cuya máxima aspiración en mi caso es enseñar a los hijos como la uva se va a transformar en vino.

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Desde los 3 años mi hija se atreve y disfruta de la experiencia de catar un vino, es lo que ve que hago en casa desde que tiene memoria, y ella comparte esos momentos solicitando que le deje probar de mi copa, huele los aromas con calma y luego toma un pequeño sorbo para dar su opinión infantil y sin miedo sobre lo que siente. A finales de marzo va a cumplir 7 años y para celebrar ese día tuvimos una idea muy divertida, tomar una copa de un vino hecho por nosotros en la casa.

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Los preparativos del experimento son sencillos, la primera decisión fue hacer vino blanco ya que para hacer una "vendimia seleccionada" en un automercado de Panamá y con uva de mesa podemos encontrar variedades suficientemente aptas para acercarnos a un vino blanco joven sin crianza ni pretensiones. Tuvimos suerte, encontramos uvas de la variedad Moscatel de grano gordo o de Alejandría importadas de Estados Unidos y perfectamente conservadas en bolsas de 2 kgs.

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Como uva de mesa es la variedad con unas condiciones organolépticas muy agradables, y desde siempre se ha cultivado en todo el Mediterráneo con doble propósito, para uva de mesa y para hacer extraordinarios vinos dulces y vinos pasificados. La cepa es vigorosa, con racimos de tamaño medio y bayas grandes. Se cultiva en parra o en espaldera y tiene una gran producción por hectárea.

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Con 1 bolsa de 2 kgs de uva llegamos a casa, despalillamos, mientras en el suelo de la cocina situamos un improvisado lagar con el cubo de la ropa, ponemos la uva y mis hijos se lavan los pies para entrar a pisar uva, se divierten como nunca y poco a poco sus pequeños pies logran romper los hollejos y se extrae el primer mosto, al mismo tiempo estamos provocando la siembra de las levaduras de la propia piel de la uva y una aireación del mismo mosto. No tenemos mucha cantidad de mosto en el cubo, los adultos colaboramos trabajando el estrujado con las manos, lo reservamos en un recipiente de plastico y con la pasta de uva resultante del pisado pasamos a la fase de prensado para extraer todo el mosto que podemos con las manos y apretando bien con un colador casero, obtenemos unos 0,75L, suficiente para una botella !!!!

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Mi hija prueba el mosto, es una invitación para que en los próximos dias pueda comprobar la transformación diaria de aromas y sabores. En ese momento preparo el recipiente de plástico con el mosto y le añado una cantidad suficiente de hollejos para proceder a una maceración prefermentativa en frío de la nevera durante 24 horas con el objetivo de extraer aromas y sabores contenidos en la piel. Después de esta fase, al día siguiente el jugo es escurrido con un colador y decantado en otro recipiente de plástico con tapa, a esta tapa se le hará un agujerito para que salgan los gases en la fermentación. Volvemos a probar toda la familia para ver como se ha logrado concentrar el sabor y como ahora destacan aromas que mi hija aprecia como "más dulces".

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Hace 3 días iniciamos la fermentación a baja temperatura, a 14º, en el armario empotrado de una pequeña habitación climatizada donde guardo mis vinos en casa y que por tanto me permite una gran estabilidad en la temperatura y una total penumbra. Esta noche antes de que los niños se fueran a la cama hemos observado a la vista un cambio claro y definitivo, mi preocupación era comprobar la presencia de levaduras y el inicio de su acción transformadora, y a la vista, el olfato y el gusto los niños quedaron fascinados con el cambio, el aroma del recipiente reproduce aquel que uno siente cuando entra en una bodega a pleno rendimiento en tiempos de vendimia.

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Cada noche durante todo el mes vamos a repetir la prueba hasta haber completado la fase de fermentación y obtengamos el primer vino de hogar realizado por esta familia, ya le he pedido a los niños que dibujen la etiqueta para cuando embotellemos la única botella de nuestra primera añada panameña.

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Si conseguimos la expresión adecuada del terroir del istmo no duden que vamos a solicitar a las autoridades la declaración del Domaine de la Frutería del Supermercado Riba Smith como primer terruño autorizado de la futura D.O. Ciudad de Panamá. les prometo una cata descriptiva del vino y algunas fotografías.

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Nuestra intención no tiene más pretensiones que un juego didáctico en familia, pero existe una amplia afición en la elaboración de vinos caseros, incluso en el mercado podemos encontrar soluciones como el Winepod de Provina que permiten un proceso mucho más controlado y certero, podeis comprobarlo en http://personalwinemaking.com/

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