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¿Será que no merece una visita Isla Grande?... (2a Parte)

En Primer lugar un saludo para los que decidieron continuar con esta lectura, espero que la venta "negativa" del anterior post haya servido para que solo unos pocos me acompañen en esta segunda parte.
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¿Donde había dejado la exposición?, si, ya recuerdo, en una pregunta: ¿Será que no merece una visita Isla Grande?...
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Ahora la respuesta: Isla Grande no merece una visita... ¡¡¡¡ merece varias !!!!
Playa privada del Bananas Resort en la costa Norte de Isla Grande. Los arrecifes de coral llegan hasta la costa.
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En nuestro caso ya llevamos dos estancias durante sendos fines de semana del pasado mes de mayo y hasta hoy me resistí a escribir por una razón egoista: No quiero contribuir a que Isla Grande pierda su carácter de destino "secreto" para los panameños y "alternativo" para los extranjeros que la descubrimos.
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En verdad, sería una pena que Isla Grande perdiera su esencia y se convierta en un hervidero de gente más de lo que ya es los domingos cuando se llena de panameños que conocen el secreto, no deseo que el frágil equilibrio entre turismo y naturaleza quede diezmado por la masificación.
Vista hacia el Norte desde el Faro. El noreste de Isla Grande presenta imponentes acantilados y un mar embravecido.
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Ahora que parte de nosotros vive ya en este pequeño pedazo del planeta, espero seguir ascendiendo por sus frondosos senderos tropicales hasta alcanzar la atalaya del faro y admirar una vista única de toda la isla y la cercana costa del Parque Nacional Portobelo. Sería inaudito tropezarme con otros senderistas que crucen sus caminos de norte a sur de la isla adentrandose en el espléndido bosque tropical, la soledad de estos paseos es parte fundamental de su belleza.
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Quiero seguir caminando por encima de su barrera de coral en el oculto norte de la isla hasta que un pasadizo me permite zambullirme en el fondo del mar para admirar a pulmón toda la fauna marina tropical. Nunca había sido tan sencillo llegar a un escenario marino tan bucólico.
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El poblado de Isla Grande tiene una sola calle que atraviesa de este a oeste toda la isla en su vertiente sur. Desde el mar accedemos a cada restaurante y posada.
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No quisiera que los surfistas de los arrecifes del este de la isla tuvieran que pedir turno para saltar por encima del oleaje, no estoy dispuesto a tener que esperar turno de una hora para tomar un bote para moverme por toda su costa, ascender hasta el faro, contemplar los pájaros y los árboles, llegar hasta los islotes vecinos, disfrutar de sus manglares, de sus escarpados acantilados del noreste o de su espectacular playa de la punta oeste y de las cuatro casitas llenas de buen rolllo en el poblado.
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Isla Grande es un lugar para perderse si se elige el Bananas Resort como destino y desde su privilegiada posición disfrutar de la naturaleza, también es posible encontrar compañía en el poblado y gozar de una noche de rumba en la arena. Un pequeñisimo universo en apariencia, un amplio espacio para el bienestar de nuestra familia cuando llega el fin de semana en Panamá.
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Para ver fotos de la isla, accede a la siguiente Carpeta de imágenes en Facebook

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