Ir al contenido principal

Hacienda Real, un grande de Guatemala ahora en Panamá

Los comentarios de restaurantes que he realizado hasta el momento se basan en lugares que he frecuentado en más de una ocasión ya que considero que es la única manera de aportar un mayor grado de objetividad. En este caso va a ser la excepción, solo he comido en una ocasión, pero ciertamente merece ser reseñado desde el mismo instante que cruzamos el umbral del restaurante:
.
Las instalaciones son un espectáculo, se trata de una de esas casas de pasado glorioso del barrio de Bellavista, perfectamente rehabilitada y acondicionada como restaurante. Curiosamente lo que menos me atrajo es la que todo el mundo ve, el comedor principal, es tan enorme que parecía que sobraba demasiado espacio aunque pensé que estaba prevista alguna nueva fase de ampliación.
.
Para dar a conocer todo su potencial, pienso que deberían adiestrar mejor a los meseros para que interrogaran a cada cliente "nuevo" e invitar al recién llegado a que conozca hasta el último rincón de la casona, especialmente la segunda planta y el espacio privado de la buhardilla con ventanales que nos ofrecen una vista de 360° del barrio.
.
Mi percepción del restaurante cambió por completo cuando accedí a las plantas superiores y vi las grandes posibilidades para organizar eventos públicos o familiares. Si sumamos la habitación de juegos infantiles para que los niños se lo pasen en grande, cabe pensar que han tenido en cuenta todos los detalles.
.
En cuanto a la comida, agradecimos el caldo de res de bienvenida, la selección de salsas y encurtidos, empezamos con unos langostinos bien hechos, luego pedimos chorizo y entraña aunque la recibí demasiado hecha para mi gusto. la carne es de mucha calidad. Me encantó la generosa mazorca de acompañamiento, suprema.
.
La relación calidad / precio me parece adecuada teniendo en cuenta el esfuerzo inversor por las instalaciones y una comida que no desmerece. La carta de vinos todavía es incompleta pero imagino que a medida que pase el tiempo adquirirá toda su magnitud. Es un restaurante que hay que tener en cuenta y lo tiene todo para afianzarse en la plaza. No tardaré en regresar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Olio di Sansa di oliva: Estafa en los anaqueles

¿Alguien me entiende cuando digo: " Setze jutges d'un jutjat mengen fetge d'un penjat "? En realidad no digo nada, es solo una frase para poner a prueba a los que intentan aprender pronunciación catalana. Pues bien este "trabalenguas" tiene un significado tan oculto como el producto que se esconde tras las etiquetas de botellas de " olio di sansa di oliva ". El mercado venezolano va a inundarse de este tipo de aceite "de oliva". La empresa que gestiona los permisos sanitarios de mis productos comentaba esta semana que en el Ministerio de Salud existía una gran cantidad de expedientes pendientes de aprobación de aceite de orujo de aceitunas. La razón principal es que el precio del aceite de oliva virgen ha subido mucho por la escasez provocada por las heladas del pasado invierno en la cuenca mediterranea, por tanto muchos importadores se han decidido a incorporar un subproducto derivado de la aceituna que podriamos catalogar como el más in

Pedir la cuenta en un restaurante, un signo globalizado

¿Cómo pides la cuenta en un restaurante? De Barcelona a Toquio, de Nueva York a Buenos Aires, a menos que el camarero esté a nuestro lado y verbalicemos la petición, el signo que realizamos es un código fundamental de la cultura humana global: los dedos pulgar e índice unidos acompañado del movimiento rápido y en vaivén de la mano con el brazo ligeramente alzado hasta conseguir la atención y asentimiento del servicio del restaurante... por mucho que le doy vueltas, no encuentro otro signo gestual más universal y difundido que este, posiblemente solo superado por el SI o el NO gesticulado con la cabeza al comprobar si el contenido de la cuenta es el esperado.

Licor de Merda. el "secreto" mejor guardado

"El descanso del Guerrero" es el slogan publicitario del Licor más escatológico del mundo, de regalo con la compra de 3 botellas un práctico orinal El hombre ha utilizado a lo largo de la historia todo tipo de materias primas para la elaboración de licores, normalmente del reino vegetal, pero también en algunas fórmulas bien conocidas los protagonistas son del reino animal, insectos, gusanos, escorpiones, serpientes (recuerdo un licor de serpiente cobra que me regalaron desde Vietnam)... pero lo que nunca imaginé es que la materia prima pudiera ser tomada del propio ser humano y del principal de sus deshechos... la merda. Ayer en una despensa de licores me topé de frente con una botella de Licor de Merda de los años 70 que su propietario portugués guardaba como oro ya que años antes la habia conseguido en una licorería de Portugal. Para ese hombre fue la confirmación de un cuento antiguo que no acababa de creer y se hizo con un ejemplar pagando por ella una fuerte suma. A