LA GAMBA DE PALAMÓS. De los manjares inigualables que nos ofrece la costa mediterránea catalana, la gamba roja que llega cada día a la lonja del puerto de Palamós ocupa el podio por su profundo sabor y unas notas dulces que sorprenden a quien las descubre por primera vez.
En casa las cocinamos no más de dos minutos a la plancha o sartén con poco aceite y el toque perfecto de sal intentando que suelten jugo para mojar pan. Cuando uno las adquiere en la misma lonja por la tarde al llegar las barcas o a primera hora de la mañana a las pescaderas del mercado municipal, vale la pena no enmascarar las cualidades de una materia prima tan fresca con recetas que incorporen especias, hierbas o salsas. Por supuesto la gamba de Palamós participa como protagonista en recetas mucho más elaboradas y de alta cuna gastronómica, de hecho en Palamós muchos restaurantes están asociados en el "Menú de la Gamba" en donde poderla apreciar en decenas de propuestas, tanto clásicas como contemporáneas,
En mi familia, en este sentido somos extremadamente conservadores: hacerlas en casa y una cocción básica que le quite el crudo. Por cierto, es fundamental para una degustación completa disfrutar de los jugos concentrados en la cabeza y no usar cubiertos para comer las colas, así sentimos el contraste entre la sal del caparazón y el sabor dulce de su carne. ¿las has probado?
Oriol Serra. La Cuenta Weekend
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