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el top 100 de Wine Spectator y los vinos españoles

Etiqueta del Marqués de Griñón Syrah D.O. Dominio de Valdepusa,
único representante de Castilla-La Mancha en el Top 100 de Wine Spectator

Esta semana la publicación especializada Wine Spectator realizó como cada año el lanzamiento de su prestigiosa y exclusiva lista de los 100 mejores vinos del año. El vino español ha jugado un papel secundario en el Top 100 hasta hace poco. Pero si detallamos la incorporación de vinos de España desde la primera edición de 1988 hasta la de 2007 nos damos cuenta de la gran evolución que ha vivido el vino de la península ibérica en pocos años.
En 1988 se destacaron unicamente los clásicos vinos de Bodegas Torres en El Penedés con el blanco Milmanda 1987 en una meritoria posición 25 y el Gran Sangre de Toro Reserva 1983. El Pesquera Janus Reserva 1982 de uno de los pioneros de la ribera del Duero, las Bodegas Alejandro Fernández en la posición 27. En 1989 repetía méritos Alejandro Fernandez con su Pesquera Crianza siendo el único vino ibérico del listado.

En 1990, Wine Spectator sigue considerando a Alejandro Fernandez con Pesquera Reserva como el valor más estable del Duero, obtiene la posición 75 y es superado por el Vega Sicilia Valbuena 3.° Reserva 1985. Aparece por fin un vino de La Rioja, concretamente el reserva 1985 de Bodegas Berberana, la principal región del vino español vivía los ultimos años de decadencia, el renacimiento llegaría pronto.

En la posición 38 llama poderosamente la atención el Lar de Barros Reserva 1986 de la Tierra de Barros, actualmente bajo la D.O. Ribera del Guadiana en Extremadura, vinos de una tierra que resulta todavía desconocida fuera de España, el mismo vino repetirá presencia en 1991 en un mal año para España sin otro representante.

En 1992 Wine Spectator hace honor por fin a los Rioja de prestigio con 4 seleccionados, en el puesto 34 destaca el Contino Reserva 1982 y en la posición 51 Bodegas Martinez Bujanda sitúa el Conde de Valdemar Reserva 1985. Las veneradas Bodegas Marqués de Murrieta son honradas con dos referencias, el Gran Reserva 1975 y el Blanco Reserva 1986. Rompiendo la hegemonia riojana, aparece reseñado por cuarta vez el maestro del Duero con su Pesquera Crianza 1989 de solo 20 dolares.

El Top 100 se olvida de españa en 1993. Al año siguiente, 1994, regresa el Pesquera Crianza 1991 para salvar el honor de la patria. Llega la hora de otro de mis riojanos admirados, el CVNE Viña Real Gran Reserva 1985, el vino que elegí para mi matrimonio en su insuperable añada 1995. En la posición 76 aparece otro de los grandes ribereños, Ismael Arroyo con el baratisimo Mesoneros de Castilla Crianza 1990 de tan solo 14 dólares

El Top 100 de 1995 sigue apostando por las dos grandes regiones españolas, aparece el célebre riojano Marqués de Riscal Reserva 1989, mientras que por la Ribera del Duero su histórico Vega Sicilia, coloca por fin un Unico Gran Reserva de la mítica añada 1970 en el puesto 55 y en el 47 el Alion Reserva 1991 que repite en el Top de 1996 con su añada siguiente, siendo la única etiqueta de otro año para el olvido.

Con la décima edición del Top 100 de Wine Spectator, en 1997, se confirma la hegemonia de Ribera del Duero en estos primeros años. En un meritorio puesto 26 destaca el Pesquera Janus Reserva 1994. Ismael Arroyo regresa a los honores con el Val Sotillo Crianza 1994 y se premia al Condado de Haza Crianza 1995, durante un tiempo lo consideré una de las mejores compras del mercado a poco más de 15 dolares.
Para un catalán no pasa desapercibida la posición 55, desde 1988 cuando Torres apareció con sus dos clásicos, ningún vino catalán había sido reseñado entre los 100 mejores del mundo, pero en 1997 el aficionado norteamericano empezaba a descubrir a los jóvenes pioneros del DOQ Priorat y el imprescindible Clos de L'Obac 1995 de Costers del Siurana fue el primero en destacar... ¿empezaba una revolución en el vino español?

En 1998 se confirma la tendencia del cambio, Álvaro Palacios, el enólogo de los enólogos de la España actual había apostado por las pizarras quebradas del Priorat y lograba su primer gran triunfo con el Álvaro Palacios L'Ermita 1995. El resto de acompañantes seguía teniendo al Rio Duero como protagonista: Vega Sicilia regresa con el Alion Reserva 1994, el inefable Alejandro Fernandez vuelve a ganar crédito con su Pesquera Crianza 1995, y en esta ocasión les acompaña el Viña Mayor Reserva 1994 de Hijos de Antonio Barceló.
En 1999 llega el reconocimiento a una de las mejores añadas de La Rioja, la de 1996, y a nuevos actores en la región, asi son destacados el Señorio de San Vicente, La Granja Nuestra Señora de Remelluri y una de las bodegas que más relevancia ha tenido en la última década, Bodegas Allende con su alucinante y recordado Finca Allende 1996. No podemos obviar que en dos grandes añadas para España detacan el Alion Reserva 1995 de Ribera del Duero y Álvaro Palacios que sorprende al mundo con su tercer vino en rango, Les Terrasses 1996, causa furor por su gran calidad y personalidad asociada al terruño del Priorat y todo ello por poco más de 20 dólares... quizás todavía es la mejor manera de conocer de que es capaz el Priorat para los bolsillos precavidos.
En el 2000 Riojanos y Priorats se reparten el pastel, los de Rioja porque ya tienen en el mercado los reservas de la histórica añada 1995, y los catalanes porque con la añada de 1997 se convierten en un mito. Se reconoce de forma tardía la relevancia de Bodegas Muga con el Torre Muga Reserva 1995 y la recuperación de Bodegas LAN, renacido de la mano de Viña Lanciano Reserva 1995.
En el Priorat Álvaro Palacios repite éxito, esta vez con el enorme Finca Dofí 1997, el segundo vino de la bodega que por disponibilidad en el mercado y precio para mi es el primero, L'Ermita queda restringido a unos pocos y privilegiados bolsillos. Personalmente me hace especial ilusión que aparezca uno de mis vinos tabú, el Finca La Planeta 1997 dels germans Pasanau. En casa celebramos esas navidades con una auténtica bacanal del formato Magnum de un Priorat rústico, potente, carnoso pero muy elegante, nacido en las terrazas del pequeñisimo pueblito de La Morera del Montsant al que había que peregrinar para comprar estos vinos acaparados cada año por el mercado norteamericano.
Los dos siguientes años no son generosos con España. En 2001 solo aparecen en posiciones intermedias los Grandes Reservas riojanos, Bodegas Montecillo con el Gran Reserva 1994 y Bodegas LAN que con el Viña Lanciano Reserva 1996 repite los aplausos de la añada anterior. El 2002 la publicación solo se acuerda de la península en las ultimas posiciones con Álvaro Palacios y Les Terrasses 1999 y dos novedades interesantes, el Laurona 2000 del celler Europvin-Falset, primer vino de la D.O. Montsant en ser reseñado y Bodegas Mauro, "desertor" del corsé que impone el consejo regulador de la DO Ribera del Duero y que ampara sus etiquetas en el genérico "Vino de la Tierra de Castilla y León".
Dos vinos catalanes y un vino de mesa castellano sin denominación marca un antes y un después en el criterio de selección de Wine Spectator. En 15 años se han reseñado 31 etiquetas de la Ribera del Duero (17) y Rioja (14) por solo 12 del resto de España, destacando las 6 del Priorat por el fenómeno Alvaro Palacios. En los siguientes 5 años las dos regiones dominantes acumularán 12 etiquetas y el resto sumará 20.
La irrupción de la diversidad de regiones y el aumento de la calidad en toda la geografía hace que el protagonismo del vino español tome cuerpo definitivamente, si en los primeros 15 años la media de etiquetas españolas en cada Top 100 era de 2,86 en el periodo 2003-2007 es de 6,2 etiquetas reseñadas por año, siendo el mejor año este 2007 con 8 etiquetas.
En 2003 un vino del Priorat es el gran protagonista, el Clos Mogador 2001 ocupa un histórico cuarto puesto, siendo hasta ese momento el primer vino en el Top 100 de Wine Spectator que alcanza el ansiado Top 10 de la lista. El sabroso y barato Cims de Porrera Solanes 2001 le acompaña como fiel escudero de la región. En este mismo año el mundo descubre los nuevos vinos de la hasta hace poco denostada D.O. Toro y el abanderado es el Termes 1999 de la bodega Numanthia-Termes llamada a convertirse en una de las más trascendentales de la vanguardia del vino español. Los franceses J. & F. Lurton también consiguen encumbrar la tinta de Toro con El Albar Excelencia 1999. Otra de las grandes novedades es el primer éxito de la variedad leonesa Mencía con el Dominio de Tares Mencía 2001 de otra de las regiones emergentes, la D.O. Bierzo. Finca Allende 1999 de la Rioja y Emilio Moro 2000 de Ribera del Duero completan el protagonismo hispano con dos vinos de precios muy razonables.
La tendencia continua en 2004, el Termes 2002 de Numanthia-Termes D.O. Toro alcanza la tercera posición conviertiéndose hasta hoy en el único vino español que ha alcanzado el podio. A poca distancia destaca el Marqués de Griñon Syrah Dominio de Valdepusa 2001, primer vino al sur de Madrid incluido en el Top 100 por el estricto paladar de Wine Spectator. Los catalanes tienen su cuota con Castell de Falset 2000 de la cooperativa Falset-Marçà de la D.O. Montsant y Cartoixa Reserva 2000 de Scala Dei, la recuperada bodega que marcó los primeros pasos en el Priorat. El año se completa con el Pago de los Capellanes Crianza 2001, cada año más importante en Ribera del Duero, y Cosme Palacio y Hermanos 2001 de la Rioja.
2005 Toro vuelve a destacar en la posición 13ava con el brutal Campo Eliseo 2002, pero resulta aún más relevante la aparición de un vino de la D.O. Jumilla, en el sureste de España, el Altos de Luzón 2003 de Finca Luzón donde se expresa en toda su magnitud la casta tinta Monastrell. En el lado opuesto de la península un vino blanco de la variedad gallega Albariño alcanza por fin el cielo, se trata del Lagar de Cervera 2004 de la D.O. Rias Baixas. Este buen año se completa con otra aparición de Les Terrasses 2003 de Álvaro Palacios, del Emilio Moro 2003 y el Hacienda Monasterio Crianza 2001 de Bodegas Monasterio también en la Ribera del Duero.
El año pasado lo más llamativo fue una de mis clásicas recomendaciones, el Tres Picos 2004 de Bodegas Borsao de la D.O. Campo de Borja en Aragón, tienen unas garnachas centenarias fuera de serie a un precio de risa, debería repasar el precio de todos los vinos incluidos en la historia del Top 100 para ver si alguien iguala los 12 dolares que cuesta, un auténtico milagro. Repite el Pago de los Capellanes Crianza 2003 Ribera del Duero, renacen las Bodegas LAN de la Rioja con su exclusiva Edición Limitada 2003 y sigue dando guerra el Montsant con Celler Laurona 2003.
Este 2007 es el año del noroeste de España, concretamente de las provincias interiores de León y Orense o, si se quiere, de lo que es capaz de expresar la tinta Mencía y la blanca Godello. Se consolida la pasión que genera la Mencía del Bierzo con El Castro de Valtuille 2004 de Bodegas Castro Ventosa y el famoso Petalos del Bierzo 2005 de Descendientes de J. Palacios. La grata y gran sorpresa es la presencia de dos blancos de la variedad Godello en la D.O. Valdeorras en Orense, el reputado As Sortes 2005 de Rafael Palacios y el Viña Godeval 2006 de Bodegas Godeval.

Destacar que Bodegas Muga consigue la posición 11 con el Torre Muga Reserva 2004, es una bodega ejemplar en la rioja y le acompaña la Edición Limitada 2004 de Bodegas LAN que repite éxito igual que el Pago de los Capellanes Crianza 2004 y el imperdible Tres Picos 2005 Bodegas Borsao D.O. Campo de Borja.
En definitiva, a veces somo muy críticos con los puntajes, clasificaciones y las guías pero cuando en el largo plazo analizamos una lista subjetiva como la del Top 100 de Wine Spectator, nos damos cuenta de que una etiqueta es un ejemplo de una tendencia y al unir todas las piezas se construye la historia del vino, en este caso la de la era moderna del vino en España y creo se ajusta muy dignamente a lo que pasado en los ultimos 20 años.

Comentarios

  1. Que ganas de tomarme un vino. Hoy pienso tomarme alguno de estos caldos españoles!!!

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