Sentirse integrado en un nuevo país es un proceso muy personal para el que no creo que existan recetas magistrales, cada ser humano vive sus propias experiencias y de aquellos primeros sucesos o situaciones extremas para algunos puede depender entrar con buen o mal pie en un país distinto al que te vio nacer y crecer.
Como catalán muchas veces he tenido que asumir conversaciones basadas en el tópico sobre lo que supuestamente significamos los catalanes y Catalunya... con lo de tacaños o "pichirres" a la cabeza, lo de antipáticos y cerrados en segundo lugar y que solo contestamos en catalán cuando un extranjero nos pregunta en una calle de Barcelona en tercer lugar... no dudo que muchas personas han podido vivir alguna de estas situaciones pero en la mayoría de los casos todo se basa en el tópico y en como el tópico es capaz de actuar subliminalmente en aquellos que entran en un nuevo país con miedo a que les vaya mal y que cuando efectivamente las cosas no les funcionan como habían soñado utilizan como excusa el tópico para justificar el abandono de la causa: "es que son antipáticos", "son demasiado cerrados"...
Recién llegado a Venezuela me sentí profundamenrte extranjero, por todos lados mi acento me delataba y en general me llamaban "catire", "gallego" o "musiu". No entendía las expresiones coloquiales de la calle y cada dos por tres ponía cara de póquer ante mi interlocutor... tomé la decisión de preguntar a cada persona que utilizaba una expresión criolla sobre cual era el significado.... poco a poco me acostumbré a utilizar el "chamo" y supe "arrecharme" en vez de enfadarme, a alargar la "o" del cooooooooooño y a pegar las palabras comos si fueran una sola "coñoelamadre".
Llevaba poco más de dos meses en Venezuela cuando unas amigas de una cadena de supermercados me invitaron a ver un espectáculo humorístico de un artista muy conocido en Venezuela, "Er Conde del Guacharo". Fue la hora y media más surrealista de los últimos tiempos, en medio de una audiencia entregada, el humorista lanzaba sus chistes y todo el mundo reía a carcajadas... yo no entendí ni una palabra de ese hombre y por más que me esforzaba solo cazaba al aire articulos y algun que otro verbo, nada más... me sentía como si estuviera en una fiesta de borrachos en Finlandia y yo era el único que tomaba naranjada.
A la mañana siguiente me desperté alterado, había soñado que aún vivía en Catalunya, un sueño cotidiano, nada especial, pero tan real que lo que menos esperaba era despertar escuchando el himno de Venezuela de un colegio cercano. Odié profundamente ese momento y en mi mente medio dormida sentía que yo no pertenecía a este país. En momentos así uno magnificaba cualquier tópico: No entendía porque los caraqueños circulaban como locos en sus vehículos, las trabas para cualquier gestión que permitiera legalizar la compañía, el dolar paralelo, la falta de puntualidad, el desorden, la improvisación, el whisly con tanto hielo, la política del gobierno, la política de la oposición... en fin, esa mañana todo parecía tan opuesto a mis arraigos que hubiera abandonado por por la certeza de mi tierra.
Nada ha cambiado en Venezuela, ni nada ha cambiado en Catalunya, pero con el tiempo y paciencia todo lo que conforma el universo criollo se aposentó en mi alma... el único elemento que había moldeado mi realidad era el calendario, las ganas de integrarme, los amigos y descubrir la verdadera Venezuela.
Hace casi un año, fui invitado por un gran amigo venezolano a pasar un día almorzando con la mayor parte de los humoristas famosos de este país. Desde aquella noche con "er conde" no había tenido la oportunidad de poner a prueba mi inmersión cultural criolla de una manera tan contundente. Fue un día mágico porque me divertí con las ocurrencias de los magos del humor de Venezuela... y entendí todos los chistes !!!!!!!
Hoy me regalaron un libro: el Diccionario del habla actual de Venezuela de Rocío Núñez y Francisco Javier Pérez. Lo estuve mirando durante un buen rato y me divertí muchísimo comprobando las miles de palabras que efectivamente no significan nada para un español y aquellas que toman otro sentido, pero lo más interesante es que la mayoría de ellas ya forman parte de mi como el código abierto y comprensible de un programa informático... Después de algo más de dos años seguramente es lógico, pero no hay nada más maravilloso que haber logrado "lo normal"
Como catalán muchas veces he tenido que asumir conversaciones basadas en el tópico sobre lo que supuestamente significamos los catalanes y Catalunya... con lo de tacaños o "pichirres" a la cabeza, lo de antipáticos y cerrados en segundo lugar y que solo contestamos en catalán cuando un extranjero nos pregunta en una calle de Barcelona en tercer lugar... no dudo que muchas personas han podido vivir alguna de estas situaciones pero en la mayoría de los casos todo se basa en el tópico y en como el tópico es capaz de actuar subliminalmente en aquellos que entran en un nuevo país con miedo a que les vaya mal y que cuando efectivamente las cosas no les funcionan como habían soñado utilizan como excusa el tópico para justificar el abandono de la causa: "es que son antipáticos", "son demasiado cerrados"...
Recién llegado a Venezuela me sentí profundamenrte extranjero, por todos lados mi acento me delataba y en general me llamaban "catire", "gallego" o "musiu". No entendía las expresiones coloquiales de la calle y cada dos por tres ponía cara de póquer ante mi interlocutor... tomé la decisión de preguntar a cada persona que utilizaba una expresión criolla sobre cual era el significado.... poco a poco me acostumbré a utilizar el "chamo" y supe "arrecharme" en vez de enfadarme, a alargar la "o" del cooooooooooño y a pegar las palabras comos si fueran una sola "coñoelamadre".
Llevaba poco más de dos meses en Venezuela cuando unas amigas de una cadena de supermercados me invitaron a ver un espectáculo humorístico de un artista muy conocido en Venezuela, "Er Conde del Guacharo". Fue la hora y media más surrealista de los últimos tiempos, en medio de una audiencia entregada, el humorista lanzaba sus chistes y todo el mundo reía a carcajadas... yo no entendí ni una palabra de ese hombre y por más que me esforzaba solo cazaba al aire articulos y algun que otro verbo, nada más... me sentía como si estuviera en una fiesta de borrachos en Finlandia y yo era el único que tomaba naranjada.
A la mañana siguiente me desperté alterado, había soñado que aún vivía en Catalunya, un sueño cotidiano, nada especial, pero tan real que lo que menos esperaba era despertar escuchando el himno de Venezuela de un colegio cercano. Odié profundamente ese momento y en mi mente medio dormida sentía que yo no pertenecía a este país. En momentos así uno magnificaba cualquier tópico: No entendía porque los caraqueños circulaban como locos en sus vehículos, las trabas para cualquier gestión que permitiera legalizar la compañía, el dolar paralelo, la falta de puntualidad, el desorden, la improvisación, el whisly con tanto hielo, la política del gobierno, la política de la oposición... en fin, esa mañana todo parecía tan opuesto a mis arraigos que hubiera abandonado por por la certeza de mi tierra.
Nada ha cambiado en Venezuela, ni nada ha cambiado en Catalunya, pero con el tiempo y paciencia todo lo que conforma el universo criollo se aposentó en mi alma... el único elemento que había moldeado mi realidad era el calendario, las ganas de integrarme, los amigos y descubrir la verdadera Venezuela.
Hace casi un año, fui invitado por un gran amigo venezolano a pasar un día almorzando con la mayor parte de los humoristas famosos de este país. Desde aquella noche con "er conde" no había tenido la oportunidad de poner a prueba mi inmersión cultural criolla de una manera tan contundente. Fue un día mágico porque me divertí con las ocurrencias de los magos del humor de Venezuela... y entendí todos los chistes !!!!!!!
Hoy me regalaron un libro: el Diccionario del habla actual de Venezuela de Rocío Núñez y Francisco Javier Pérez. Lo estuve mirando durante un buen rato y me divertí muchísimo comprobando las miles de palabras que efectivamente no significan nada para un español y aquellas que toman otro sentido, pero lo más interesante es que la mayoría de ellas ya forman parte de mi como el código abierto y comprensible de un programa informático... Después de algo más de dos años seguramente es lógico, pero no hay nada más maravilloso que haber logrado "lo normal"
jajajaja LO NORMAL... oiga, LO NORMAL La de veces que me he sentido como tú, un extraño total.
ResponderEliminarCuñadito que genial eres al expresar tus ideas, creas en el que te lee sentimientos de alegria, a veces de tristeza, de identificación, en fin llegas al alma y eso es genial para un escritor. Algun dia te hare escribir un libro. Besos. Tu fans N·4
ResponderEliminarAndreina
Oriol te entiendo perfectamente, recien llegada a España no me enteraba ni la mitad de lo que me decían pero con el tiempo, las ganas y sobre todo la actitud vamos rompiendo barreras y al final somos bilingües jajaja....como digo yo.
ResponderEliminarQue chévere leerte! o que pasada!.
me imagino que todavía falta una frontera por cruzar, cuando no seamos exactamente de ningun lado y de todos a la vez
ResponderEliminarQue belleza de texto. Un deleite.
ResponderEliminarYo viví en Barcelona y la verdad, todos me hablaban en español, me enseñaban palabras claves en catalán, las viejitas me indicaban las direcciones, los taxistas me llevaban encantados dandome tours mientras me hablaban de su pais.
La buena índole de la gente siempre compensó el hecho de que hablaran en voz tan alta y que a mis preguntas me respondieran "me da igual" o "lo que tú quieras", dichas aquí suenan indiferentes e incluso agresivas.
Oriol, ya eres un venezolano. Tú no me conoces, pero te he visto en acción en el SIG y sé que haces mucho más por la gastronomía criolla que muchos cocineros profesionales.
Muchas gracias
Apreciada Karina,
ResponderEliminarMuchas gracias por aportar tu opinión y por las bellas palabras que me dedicas.
Yo creo que si te conozco personalmente... ¿nos presentaron en el primer congreso de gastronomía organizado por la Unimet en la zona rental? yo salia de dar una charla con Carlos García.
Espero saludarte pronto,
un abrazo,
Oriol