Con poco más de un año de vida Maycas del Limarí en el Valle del Limarí al norte de Chile presentó sus innovadores varietales en el marco de la octava edición de la Gran Feria de Vinos que organiza el Wine Store de Felipe Motta.
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Podiamos degustar los vinos de 24 bodegas representadas por esta casa importadora, entre todas las presentes gocé del Imperial Gran Reserva 1998 de CVNE, un grandioso Lan 2005, el Penfolds Bin 28 Kalimna Syrah y el sorprendente Mayacamas Merlot 2002 de Napa Valley, pero lo que llamó más mi atención fue el concepto de Maycas del Limarí.
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La bodega es una filial de la todopoderosa Concha y Toro y se ubica en la Viña Francisco de Aguirre en el Valle del Limarí. Este valle recibe directamente la influencia de los vientos frescos del Pacífico, unido a las escasas lluvias de la región cercana al desierto de Atacama y a la pobreza de sus suelos, hace que los vinos de este valle muestren frescura, elegancia y sobretodo inesperadas y llamativas notas minerales.
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Viña Maycas del Limarí presentó cuatro etiquetas Sauvignon Blanc 07, Chardonnay 06, Syrah 06 y Cabernet Sauvignon 2005. Lo primero que llama la atención es el diseño de sus etiquetas inspiradas en el calendario de la cultura inca, cada uno de los puntos o soles equivale a una semana de 10 días y sirve para contabilizar los lapsos de tiempo de cada vino, desde la cosecha hasta ser embotellado. Lejos de ser una etiqueta "exótica" o antropológica, el diseño es moderno, modernísimo y tremendamente conquistador para un público joven, aquel que disfruta de las discotecas pero que antes de ir de copas goza de ambientes chill out con música tonificante y que motiva a la charla, a una buena copa con mejor rollo.
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Probé los cuatro y aquella percepción de la etiqueta se reproduce en la degustación: vinos con notas agradables en nariz y boca, pero nada estridente ni intenso, en los blancos vinos con recuerdos a lima y otros cítricos que tanto conquistan a los jóvenes. Los tintos suaves, aterciopelados y con un paso por boca lleno de fruta, untuoso pero sin que el paladar quede alterado por astringencias que tanto incomodan a los que se inician en el gusto por beber vino.
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Vinos que para el aficionado avanzado quizás no cumplen con lo que se espera de un vino de gama media (17,5 $ en tienda) pero que por presentación y concepto, por propuesta enológica generan un enlace inmediato con los gustos de la actual generación de venteañeros. Sin duda toda una lección de mercadeo en un sector en el que innovar cada día resulta más dificil. Maycas del Limarí lo consigue, ya tenemos un vino para un Chill Out.
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