En el número de septiembre de la revista venezolana en Exceso Cocina y Vino se publica un reportaje especializado en el vino alemán que he escrito con la intención de ofrecer luces sobre uno de los terruños más desconocidos para los amantes del vino de América Latina. Soy un apasionado coleccionista de los vinos que se producen a orillas del rhin y me encanta compartir con mis amigos esta pasión por la reina de las uvas blancas, la Riesling, en todas sus formas de ofrecerse al mercado, joven y seca, viejisima y super dulce, o fruto de la congelación de la uva. Alemania y Riesling son responsables de la aristocracia de las castas blancas, de sus ejemplos más raros, complejos y fascinantes.
.
Si en España me vuelve loco el vino generoso de Andalucía como ejemplo de vinos irrepetibles y únicos en el mundo gracias al juego de la crianza biológica vs la oxidativa, de Alemania me atrae la amplitud de registros que es capaz de soportar la Riesling y como una casta blanca puede llegar a albergar una riqueza tan infinita sin tener demasiado grado alcohólico y sin necesitar la madera como compañera... en pocos lugares se demuestra con tanta contundencia la vital preponderancia del terruño y del tiempo.
.
Consideren estas lineas una invitación a la lectura de este reportaje, va a desterrar por siempre el estigma de aquella leche de la mujer amada y quien se sienta atraido, ya sabe, en sus próximos viajes por Europa en las maletas de regreso a casa les recomiendo hacerse con unas pocas botellas para descubrir lo que esconden las etiquetas de bodegas milenarias como Schloss Johannisberger, responsables de los primeros vinos de vendimia tardía en el mundo y de "inventos" tan populares hoy como el "Vino de Hielo". Si no encuentran sus vinos, pueden gozar de los de St.-Urbans-Hof, Dr. Loosen o Jos Jos Prüm para iniciarse en los secretos del Riesling y para bolsillos sin resfriados recomiendo lo mejor de Egon Müller, Selbach-Oster, Weingut Georg Breuer y Robert Weil. Los súper dulces de Markus Monitor y los súper caros del legendario Helmut Dönnhoff.
.
Si en España me vuelve loco el vino generoso de Andalucía como ejemplo de vinos irrepetibles y únicos en el mundo gracias al juego de la crianza biológica vs la oxidativa, de Alemania me atrae la amplitud de registros que es capaz de soportar la Riesling y como una casta blanca puede llegar a albergar una riqueza tan infinita sin tener demasiado grado alcohólico y sin necesitar la madera como compañera... en pocos lugares se demuestra con tanta contundencia la vital preponderancia del terruño y del tiempo.
.
Consideren estas lineas una invitación a la lectura de este reportaje, va a desterrar por siempre el estigma de aquella leche de la mujer amada y quien se sienta atraido, ya sabe, en sus próximos viajes por Europa en las maletas de regreso a casa les recomiendo hacerse con unas pocas botellas para descubrir lo que esconden las etiquetas de bodegas milenarias como Schloss Johannisberger, responsables de los primeros vinos de vendimia tardía en el mundo y de "inventos" tan populares hoy como el "Vino de Hielo". Si no encuentran sus vinos, pueden gozar de los de St.-Urbans-Hof, Dr. Loosen o Jos Jos Prüm para iniciarse en los secretos del Riesling y para bolsillos sin resfriados recomiendo lo mejor de Egon Müller, Selbach-Oster, Weingut Georg Breuer y Robert Weil. Los súper dulces de Markus Monitor y los súper caros del legendario Helmut Dönnhoff.
.
Comentarios
Publicar un comentario