Amaya Cervera, lunes 29 de enero de 2007 10:33:13
Ya está disponible en DVD la película más polémica del mundo del vino y, sin duda, la que ha hecho correr más ríos de tinta en el sector. Sin embargo, el gran aliciente ahora es el metraje extra que su director, Jonathan Nossiter, rodó con bodegueros y personajes del vino españoles en un intento de suplir su ausencia en la cinta original (había en su lugar franceses, italianos, argentinos, norteamericanos y hasta brasileños...) y hacer el producto más atractivo y cercano para el público español.
Se utiliza el mismo estilo de cámara al hombro, pero obviamente hay un menor trabajo de producción y montaje ya que la grabación se realizó durante el breve paso del director por España en febrero del año pasado para promocionar su película documental. De ahí que –es una lástima– los escenarios sean urbanos (Madrid y Barcelona) y haya una ausencia total de paisajes del vino.
Los principales invitados a figurar en este “mini-Mondovino España” son los bodegueros riojanos Guillermo Aranzábal (La Rioja Alta), Marcos Eguren (Sierra Cantabria), Jesús Madrazo (Contino), Víctor Urrutia (Cvne), Agustín Santolaya (Roda) y Fernando Remírez de Ganuza (de la bodega del mismo nombre), y el distribuidor y propietario de la tienda especializada de Barcelona Vila Viniteca, Quim Vila.
Como ocurre en su película, Nossiter vuelve a centrarse en la dicotomía entre los vinos modernos, potentes, alcohólicos y que se parecen unos a otros (“vinos bien hechos pero sin identidad” según lo expresa él mismo) y los vinos tradicionales que él llama de terroir y que, según su visión, en nuestro país encontrarían su máxima expresión en los riojas clásicos.
Y como ocurre en su película, sabe poner el dedo en la llaga y llevar los temas a su terreno. De hecho, consigue que algunos bodegueros riojanos le hablen de una cata a ciegas de riojas modernos en la que no reconocieron a los vinos como riojanos e incluso en algún caso se prefirió y vio como más auténtico un famoso tinto de Castilla y León que se incluyó para despistar.
En este Mondovino español que vuelve a plantear el problema de la globalización y la pérdida de identidad del vino me quedo con un Quim Vila tremendamente desenvuelto y espontáneo delante de la cámara y su planteamiento “integrador” y entusiasta del vino (ni exuberantes vinos pins-ups ni vinos anoréxicos, puntualiza).
Quim Vila critica con simpatía –incluso utiliza el término “tendencioso”– la caricatura que de Michel Rolland hace Nossiter en Mondovino. Y descorcha para el director norteamericano Pingus, L’Ermita, un Scala Dei de 1975 que comparan con un barolo y algunos de sus propios “Paisajes” de Rioja (que elabora junto con el enólogo y propietario de Finca Allende Miguel Ángel de Gregorio). Nossiter además encuentra en uno de ellos “auténtico terruño”.
En Madrid, un Guillermo Aranzábal sensato y con perspectiva habla de lo inevitable de los nuevos tiempos y de los cambios en el mundo del vino, mientras que sus compañeros de mesa no son capaces de definir exactamente el concepto de alta expresión y de dar argumentos claros de modernidad. “¿Cuál es la identidad real de Rioja?”, se plantea Jesús Madrazo. “No sé contestar a esa pregunta”, añade.
Nossiter lo tiene bastante claro. Cierra el capítulo hispano de su saga disfrutando de un Viña Tondonia Blanco (uno de sus vinos españoles favoritos) en su casa de Brasil con familia, amigos y algún elaborador de los que apareció en el Mondovino internacional.
Noticia publicada en http://www.abc.es/clubdevinos
Ya está disponible en DVD la película más polémica del mundo del vino y, sin duda, la que ha hecho correr más ríos de tinta en el sector. Sin embargo, el gran aliciente ahora es el metraje extra que su director, Jonathan Nossiter, rodó con bodegueros y personajes del vino españoles en un intento de suplir su ausencia en la cinta original (había en su lugar franceses, italianos, argentinos, norteamericanos y hasta brasileños...) y hacer el producto más atractivo y cercano para el público español.
Se utiliza el mismo estilo de cámara al hombro, pero obviamente hay un menor trabajo de producción y montaje ya que la grabación se realizó durante el breve paso del director por España en febrero del año pasado para promocionar su película documental. De ahí que –es una lástima– los escenarios sean urbanos (Madrid y Barcelona) y haya una ausencia total de paisajes del vino.
Los principales invitados a figurar en este “mini-Mondovino España” son los bodegueros riojanos Guillermo Aranzábal (La Rioja Alta), Marcos Eguren (Sierra Cantabria), Jesús Madrazo (Contino), Víctor Urrutia (Cvne), Agustín Santolaya (Roda) y Fernando Remírez de Ganuza (de la bodega del mismo nombre), y el distribuidor y propietario de la tienda especializada de Barcelona Vila Viniteca, Quim Vila.
Como ocurre en su película, Nossiter vuelve a centrarse en la dicotomía entre los vinos modernos, potentes, alcohólicos y que se parecen unos a otros (“vinos bien hechos pero sin identidad” según lo expresa él mismo) y los vinos tradicionales que él llama de terroir y que, según su visión, en nuestro país encontrarían su máxima expresión en los riojas clásicos.
Y como ocurre en su película, sabe poner el dedo en la llaga y llevar los temas a su terreno. De hecho, consigue que algunos bodegueros riojanos le hablen de una cata a ciegas de riojas modernos en la que no reconocieron a los vinos como riojanos e incluso en algún caso se prefirió y vio como más auténtico un famoso tinto de Castilla y León que se incluyó para despistar.
En este Mondovino español que vuelve a plantear el problema de la globalización y la pérdida de identidad del vino me quedo con un Quim Vila tremendamente desenvuelto y espontáneo delante de la cámara y su planteamiento “integrador” y entusiasta del vino (ni exuberantes vinos pins-ups ni vinos anoréxicos, puntualiza).
Quim Vila critica con simpatía –incluso utiliza el término “tendencioso”– la caricatura que de Michel Rolland hace Nossiter en Mondovino. Y descorcha para el director norteamericano Pingus, L’Ermita, un Scala Dei de 1975 que comparan con un barolo y algunos de sus propios “Paisajes” de Rioja (que elabora junto con el enólogo y propietario de Finca Allende Miguel Ángel de Gregorio). Nossiter además encuentra en uno de ellos “auténtico terruño”.
En Madrid, un Guillermo Aranzábal sensato y con perspectiva habla de lo inevitable de los nuevos tiempos y de los cambios en el mundo del vino, mientras que sus compañeros de mesa no son capaces de definir exactamente el concepto de alta expresión y de dar argumentos claros de modernidad. “¿Cuál es la identidad real de Rioja?”, se plantea Jesús Madrazo. “No sé contestar a esa pregunta”, añade.
Nossiter lo tiene bastante claro. Cierra el capítulo hispano de su saga disfrutando de un Viña Tondonia Blanco (uno de sus vinos españoles favoritos) en su casa de Brasil con familia, amigos y algún elaborador de los que apareció en el Mondovino internacional.
Noticia publicada en http://www.abc.es/clubdevinos
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