la noche del jueves fui invitado por los hermanos Schneider a una cata con selección de los vinos de suráfrica presentes en el mercado venezolano.
Todos los vinos de este país llegan a Venezuela gracias a los hábiles amigos de Jetco Import y confieso que es de las zonas del mundo que menos oportunidades he tenido para probar. Mis experiencias se reducen a las compras en los supermercados Tesco o Sainsbury durante mis estancias en Inglaterra motivado sobre todo por algunas etiquetas de coleccionista con motivos "salvajes"... en la Gran Bretaña me motivava mucho más adquirir vinos australianos.
La cata en la vinateria Bacchus de Los Palos Grandes fue muy divertida, un grupo pequeño con muchas ganas de disfrutar y 4 vinos que ofrecieron mucho más de lo esperado. Los dos primeros de la variedad Pinotage, la exclusiva de este país y que no deja de ser una de las historias divertidas del mundo del vino ya que es un varietal con una edad muy juvenil
Nace en 1925 de la mano de un profesor de viticultura de una universidad surafricana. Es el cruce entre Pinot Noir y Cinsault o Hermitage para los surafricanos, de ahi el nombre. Resulta una mezcla interesante ya que unia las cualidades organolépticas de la Pinot Noir con la resistencia y alta productividad de la Cinsault.
De los dos pinotage que probamos el que me pareció más interesante fue el Spier, tiene un precio muy atractivo y accesible y disfrutamos de las clásicas cualidades del Pinotage. El Out Of Africa fue menos amable pero igualmente ofrece tipicidad a un precio ridiculo que puede ser interesante para quien busca descubrir el carácter de un nuevo varietal sin gastar dinero.
La segunda parte de la cata fue dominada por la adaptación del Cabernet Sauvignon en esos terruños, Diemmersdal resultó un vino intachable, ideal para regalar cuando nos invitan a una casa y no sabemos el gusto por el vino del anfitrión... no vamos a quedar mal con este vino que debe rondar los 30.000 bolivares aunque tampoco podemos aspirar a "terroir" africano... es un vino global de estos tiempos de internacionalización comercial.
El triunfador de la noche fue el Savannah cabernet sauvignon, tipicidad y elegancia a partes iguales, un vino para quedar convencido de las bondades de la zona y animar a los importadores de este país a que se animen a buscar un pinotage que pueda provocar sensaciones tan elevadas.
Gran noche, ahora me encantaría disfrutar de un juego parecido con vinos de Nueva Zelanda y un catálogo más llamativo en Venezuela de vinos de Australia.
Todos los vinos de este país llegan a Venezuela gracias a los hábiles amigos de Jetco Import y confieso que es de las zonas del mundo que menos oportunidades he tenido para probar. Mis experiencias se reducen a las compras en los supermercados Tesco o Sainsbury durante mis estancias en Inglaterra motivado sobre todo por algunas etiquetas de coleccionista con motivos "salvajes"... en la Gran Bretaña me motivava mucho más adquirir vinos australianos.
La cata en la vinateria Bacchus de Los Palos Grandes fue muy divertida, un grupo pequeño con muchas ganas de disfrutar y 4 vinos que ofrecieron mucho más de lo esperado. Los dos primeros de la variedad Pinotage, la exclusiva de este país y que no deja de ser una de las historias divertidas del mundo del vino ya que es un varietal con una edad muy juvenil
Nace en 1925 de la mano de un profesor de viticultura de una universidad surafricana. Es el cruce entre Pinot Noir y Cinsault o Hermitage para los surafricanos, de ahi el nombre. Resulta una mezcla interesante ya que unia las cualidades organolépticas de la Pinot Noir con la resistencia y alta productividad de la Cinsault.
De los dos pinotage que probamos el que me pareció más interesante fue el Spier, tiene un precio muy atractivo y accesible y disfrutamos de las clásicas cualidades del Pinotage. El Out Of Africa fue menos amable pero igualmente ofrece tipicidad a un precio ridiculo que puede ser interesante para quien busca descubrir el carácter de un nuevo varietal sin gastar dinero.
La segunda parte de la cata fue dominada por la adaptación del Cabernet Sauvignon en esos terruños, Diemmersdal resultó un vino intachable, ideal para regalar cuando nos invitan a una casa y no sabemos el gusto por el vino del anfitrión... no vamos a quedar mal con este vino que debe rondar los 30.000 bolivares aunque tampoco podemos aspirar a "terroir" africano... es un vino global de estos tiempos de internacionalización comercial.
El triunfador de la noche fue el Savannah cabernet sauvignon, tipicidad y elegancia a partes iguales, un vino para quedar convencido de las bondades de la zona y animar a los importadores de este país a que se animen a buscar un pinotage que pueda provocar sensaciones tan elevadas.
Gran noche, ahora me encantaría disfrutar de un juego parecido con vinos de Nueva Zelanda y un catálogo más llamativo en Venezuela de vinos de Australia.
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