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cuando un restaurante agoniza... hasta las papas fritas no sirven

Este mediodia quedé para almorzar con mi amigo catalán Alex Arcas, alma mater del querido Mirò Tapas i Pintxos, como ambos compartimos vecindad hatillana tenemos la costumbre de buscar algún restaurante en el pueblo o en el centro comercial paseo el Hatillo. Hoy terminamos en el centro comercial en un restaurante muy cerquita del Friday's que ofrecía una oferta diaria atractiva con un menu ejecutivo muy saludable, una buena relación calidad precio y variedad semanal.

La primera sorpresa fue que ya no existía el menú, que eramos los únicos clientes y debiamos seleccionar sobre la carta, por lo que se perdía la comodidad de un menú ligero para el estómago teniendo que ir a buscar platos mucho más elaborados. Como era un cliente más o menos habitual -y el unico del dia- contemplaron mi necesidad y nos ofrecieron el menú con un mezclum de ensaladas y una parrillita de carne con un contorno de patatas fritas que eran la clave del menú, muy bien hechas, como a mi me gustan.

Cuando apareció la parrillita, Alex y yo nos quedamos atónitos con las supuestas "patatas fritas", eran patatas medio hervidas con mantequilla y perejil, completamente crudas... le pedimos al mesonero que nos las cambiaran por patatas dignas de ser comidas. Pocos minutos después regresó con el mismo plato y las mismas patatas humeantes sin apariencia de haber pasado por la sartén... el supuesto cocinero las habia metido en el microondas !!!!!!!!

Ahi mismo le dije al mesonero que retaba al cocinero a que viniera a nuestra mesa y que me demostrara que eso eran "patatas fritas"... el muchacho entró en cocina, estuvo unos minutos y salió sin mirarnos, evidentemente el cocinero nunca apareció.

La próxima noticia que debería publicar es la fecha del cierre de ese negocio, cuando al único cliente que tienes un mediodia le ofreces este servicio es porque vas a cerrar mañana después de haber maltratado poco a poco a todos aquellos que alguna vez ocuparon las mesas que hoy estaban tristemente vacias.

Puse sobre el plato dos patatas en forma de cruz... descansen en paz por sus propios méritos

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Lo certifico, descanse en paz

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  3. Anónimo2:48 a. m.

    La de lágrimas y ansiedades que tendrá quien cocinó esas papas fritas...siempre digo que la comida sabe a las emociones de quien la prepara. Moraleja: hagamos todo lo posible para mantener gratos y armónicos a quienes nos cocinan....nos comeremos lo que sienten!!

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  4. Oriol si ya esta muerto cual es su nombre?
    saludos

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  5. Anónimo3:59 p. m.

    Las patatas fritas de esta historia son una metáfora de un pecado que se reproduce en todos los sectores profesionales, no importa aqui ponerle nombre al pecador, más bien importa el ejemplo del pecado que no es otro que el de la incompetencia y la desidia.

    ¿Que origina el vicio de estos pecados?... cuando un funcionario publico te mira con desdén, te informa con desgana o te miente, no lo hace porque le importemos en algo sinó porque descarga sobre nosotros la ansiedad de lo que vive y ha aprendido puertas adentro como única venganza posible a su impotencia.

    el comensal es un ser abstracto para el corazón de una cocina. En general el que come en un restaurante con más de 10 mesas nunca sabrá que profesional se preocupó por su plato y cual era su estado de ánimo ese dia. Para el cliente el único vínculo visible por el que puede adivinar el color del aura del negocio es el equipo de mesoneros o de gerentes.

    Para un restaurante muchas veces somos un transeunte ocasional al que se le aplica un plan de servicio que debe responder a un ejercicio parametrizado.

    En aquellos restaurantes que consiguen generar satisfacción y bienestar, nace de forma espontanea la fidelidad y gratitud por parte de los clientes. Pocos negocios o servicios son capaces de lograr tanta identificación incondicional en el que paga, porque en el comer solo aceptamos ser tratados como personas y no tenemos porque hacer colas obligatorias en ventanillas ministeriales.

    Todo lo que quebranta este status quo, a veces por algo tan ridiculo como unas patatas fritas, rompe para siempre el vínculo de credibilidad y afecto por sentarse a una mesa, porque a nadie le gusta sentarse donde no se siente invitado.

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  6. Anónimo6:18 p. m.

    Estoy de acuerdo con Oriol en relación a lo que supone el servicio como proceso de calidad en cualquier negocio, público o privado, productivo o de servicios; sin duda podemos estar horas desmenuzando lo que en teoría se estudia hace décadas. Tengo varias historias notables y graciosas al respecto de diferentes servicios. Sin embargo, insisto en mi parecer (como abogada del diablo), el error sobervio del lugar al que acudieron es de no haber tomado la decisión de "cerrar por vacaciones" e irse a re pensar el negocio, en lugar de tratar de mantener porque sí a un grupo de gente (incluido el cocinero) que NO quieren hacer lo que hacen. Igual insisto en que nos comemos lo que siente quien lo prepara..

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  7. Anónimo12:58 p. m.

    hola oriol, he leido el comentario de los vinos Ex Ex de castillo de perelada. me gusta saber ke caldos ke he criado con mis manos, son saboreados por todas partes del mundo. Gracias!
    P.D: yo he tenido la oportunida de trabajar con luis perez y simon serra durante 12años y tbien con delfi sanhauja ke por cierto es un gran amigo. Joan Bardera.

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