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Con la marea baja, el skylin capitalino sufre una mutación estética profunda.Con la marea alta los edificios parece que adquieren un aspecto más señorial, pero al desaparecer las aguas uno recuerda imágenes de las películas de catastrofes que siempre afectan a Nueva York. La apariencia recuerda a la desolación de un ataque atómico.
Con la marea baja, el skylin capitalino sufre una mutación estética profunda.Con la marea alta los edificios parece que adquieren un aspecto más señorial, pero al desaparecer las aguas uno recuerda imágenes de las películas de catastrofes que siempre afectan a Nueva York. La apariencia recuerda a la desolación de un ataque atómico..
No hay lugar más idoneo para observar la entrada de las tormentas en la bahía de Panamá como el Casco Viejo. En ocasiones hemos observado la velocidad de penetración de las borrascas desde la comodidad de la terraza del restaurante Platea, las nubes entran por el este de la ciudad, lo cubren todo con su manto gris y avanzan con una fuerza demoledora hasta caer encima nuestro con una fiereza abrumadora. Disfrutamos de esas lluvias torrenciales que en la temporada acuden puntualmente a primera hora de la tarde. Esto es el trópico !!!!!.
El atardecer acostumbra a ser apacible y gracias a los últimos rayos de luz, los altos edificos de Avenida Balboa, Paitilla o Punta Pacífica recobram todo su lujo y esplendor. No hay dos días iguales en Panamá.

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