Ir al contenido principal

El cachito de jamón maltratado

Nunca desayuno en mi casa de lunes a viernes, me gusta salir a la calle, comprar la prensa y sentarme en un local para desayunar principalmente empanadas con un marrón pequeño fuerte. El problema es que la mayoría de los lugares de empanadas no son demasiado cómodos para extender el periódico y pasar un largo rato relajado ya que uno sale con la ropa impregnada de los olores de fritanga y si el lugar es bueno hay demasiado bullicio. Por eso mi tendencia natural era buscar una panadería pero la oferta matinal no es demasiado amplia y se basa en cachitos o preferentemente en un tipo de sandwich con rellenos poco atractivos y con una relación calidad-precio desafortunada.

Al principio me parecía divertido el cachito de jamón, me parecía interesante la abundante presencia de virutas de jamón y una masa en la medida justa para albergar al jamón. Pero hace demasiado tiempo que no he encontrado un cachito que sea satisfactorio y cada vez que lo pido acabo profundamente arrepentido.. es una colección de despropósitos: el jamón de mala calidad que aporta un sabor nefasto, la masa maltratada no es uniforme y presenta agujeros, duricias, sequedad o humedad, una corteza demasiado dura o un interior seco... en fin, una auténtica lotería que practicamente nunca me ofrece el premio.

Creo que a este desayuno tan clásico cada vez se le pone menos cariño, peores materias primas y una ejecución defectuosa... y lo más curioso del caso es que cuando se acercan las navidades en el mismo lugar donde perpetran esos cachitos aparece un pan de jamón buenisimo cuya porción cuesta exactamente lo mismo... es decir, muchos de los profesionales de la panadería saben de la importancia de obsequiar un buen pan de jamón para las fechas decembrinas pero se olvidan del valor del dia a dia de un producto ícono del desayuno callejero... y es ahi donde se construye la economía de cada negocio, en el regreso del cliente, día tras día, en esos 7.000 bs que repetidos de 7 a 10 veces al mes suponen entre 50 y 70.000 bs y elevado a un año es una caja de 600 y 850 mil por un cliente a punta de chachitos... en estos momentos hay muchos negocios que dejan de percibir esa caja por cliente, definitivamente prefiero invertirlos en empanadas y arepas, la satisfacción es infinitamente superior.

Comentarios

  1. Anónimo5:10 p. m.

    Panaderia Aida
    2da Ave. entre 1era y 2da transversal
    Los Palos Grandes
    Cachitos, pastelitos, caracolas...todo hecho del dia.
    Lamentablemente tienen el espacio para poder poner una terraza pero nunca lo han hecho.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo4:15 p. m.

    Los cahitos preparados por Juan Carlos Bruzual del IEPAN son de los mejores, ya que con el solo cariño que le pone a cada pan y el amor que tiene por la panaderia, hace que sea uno de los mejores.
    Tambien me consta que utiliza buenos ingredientes para preprarlos ya que cuando vi el nivel de panaderia en el ICC con el note todo lo expuesto anteriormente.

    ResponderEliminar
  3. Hola Oriol!

    Vine a contarte que en la Revista
    7PLACERES nos metimos a blogueros. Está sencillito, pero ahi vamos, queriendo acercarnos a nuestros lectores mediante este nuevo espacio.

    Te invitamos!
    http://7placeres.blogspot.com/

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. por cada cachito que te comas bueno, te comes 1000 indecentes. Una lástima, porque el concepto me encanta.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Olio di Sansa di oliva: Estafa en los anaqueles

¿Alguien me entiende cuando digo: " Setze jutges d'un jutjat mengen fetge d'un penjat "? En realidad no digo nada, es solo una frase para poner a prueba a los que intentan aprender pronunciación catalana. Pues bien este "trabalenguas" tiene un significado tan oculto como el producto que se esconde tras las etiquetas de botellas de " olio di sansa di oliva ". El mercado venezolano va a inundarse de este tipo de aceite "de oliva". La empresa que gestiona los permisos sanitarios de mis productos comentaba esta semana que en el Ministerio de Salud existía una gran cantidad de expedientes pendientes de aprobación de aceite de orujo de aceitunas. La razón principal es que el precio del aceite de oliva virgen ha subido mucho por la escasez provocada por las heladas del pasado invierno en la cuenca mediterranea, por tanto muchos importadores se han decidido a incorporar un subproducto derivado de la aceituna que podriamos catalogar como el más in

Pedir la cuenta en un restaurante, un signo globalizado

¿Cómo pides la cuenta en un restaurante? De Barcelona a Toquio, de Nueva York a Buenos Aires, a menos que el camarero esté a nuestro lado y verbalicemos la petición, el signo que realizamos es un código fundamental de la cultura humana global: los dedos pulgar e índice unidos acompañado del movimiento rápido y en vaivén de la mano con el brazo ligeramente alzado hasta conseguir la atención y asentimiento del servicio del restaurante... por mucho que le doy vueltas, no encuentro otro signo gestual más universal y difundido que este, posiblemente solo superado por el SI o el NO gesticulado con la cabeza al comprobar si el contenido de la cuenta es el esperado.

Licor de Merda. el "secreto" mejor guardado

"El descanso del Guerrero" es el slogan publicitario del Licor más escatológico del mundo, de regalo con la compra de 3 botellas un práctico orinal El hombre ha utilizado a lo largo de la historia todo tipo de materias primas para la elaboración de licores, normalmente del reino vegetal, pero también en algunas fórmulas bien conocidas los protagonistas son del reino animal, insectos, gusanos, escorpiones, serpientes (recuerdo un licor de serpiente cobra que me regalaron desde Vietnam)... pero lo que nunca imaginé es que la materia prima pudiera ser tomada del propio ser humano y del principal de sus deshechos... la merda. Ayer en una despensa de licores me topé de frente con una botella de Licor de Merda de los años 70 que su propietario portugués guardaba como oro ya que años antes la habia conseguido en una licorería de Portugal. Para ese hombre fue la confirmación de un cuento antiguo que no acababa de creer y se hizo con un ejemplar pagando por ella una fuerte suma. A