Hoy me tocó sufrir un tranque vehicular espectacular en la Avenida Balboa, una de las principales arterias de Ciudad de Panamá. La manifestación acabó con intervención policial y violencia y el caos circulatorio se extendió por todo el centro colapsando gran parte de la ciudad en horas del mediodía. La razón parece que fue por una manifestación sindicalista contra las últimas decisiones en materia fiscal del gobierno.
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Recorrí en casi dos horas una distancia que normalmente me toma menos de dos minutos y bajo la presión de llegar al colegio de mi hija a una hora determinada. Al final, viendo que era imposible llegar a tiempo al colegio, dejé el vehículo estacionado en la calle, junto a un supermercado, para caminar hasta la escuela. No fui el único que tomó una decisión parecida, varios papás llegaban tan o más sudados que yo a la puerta del centro de estudios, la mayoría de los niños todavía esperaban en las aulas la llegada de los progenitores.
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Es en estos casos excepcionales cuando más destaca la escasez de vías en el entramado urbano de la capital panameña, la ciudad crece y crece sin parar a lo alto pero las inversiones en ladrillo y acero no están acompañadas adecuadamente por ampliar los recursos en materia de asfalto por lo que en esta ciudad resulta demasiado simple provocar el caos, con un solo tramo de una via principal cortada por una protesta o un accidente de tráfico se provoca una tremenda reacción en cadena que afecta dramaticamente a toda la ciudad.
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En esta ocasión no llevaba en el carro una botella de vino para entretener la espera, como sucedió en una oportunidad en la autopista de Prados del Este de Caracas, momento que quedó retratado en este mismo blog. Hoy solo tenía una botella de agua con gas. el periódico leido en el desayuno y una alarmante escasez de cigarrillos, un desatinado coctel de circunstancias que no ayudó demasiado a calmar la espera. Lo único que me salvó fue la tecnologia blackberry, hasta hoy el uso que le daba era el de cualquier teléfono además del célebre recurso de mensajería que te permite hacer "ping" a quien no te contesta rapidamente y de la lectura en letra pequeña de los correos electrónicos.
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Hoy tuve tiempo de sobra para navegar y descubrí recursos en el teléfono que ni imaginaba, tiene jueguitos que recuerdan a aquellos de los años 80, canciones, videos, la voz de una señora pesada que pregunta a cada minuto en que nos puede ayudar... incluso me pude dar un paseo por el planeta tierra gracias al mini google earth, de modo que pude admirar en miniatura los barrios de Tokyo, las playas de Barcelona, la localización de las pirámides de egipto y las nubes que cubren la mayor parte de Panamá en la foto satelital que alguna vez tomaron para este recurso.
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La conclusión en el tranque de hoy, además de corroborar que a este nuevo presidente cada vez se le complican más las cosas, es que Panamá merece un mejor trato por parte de Google, hay que protestar con contundencia y cortar mañana el mismo tramo de la Balboa para exigir que le quiten las nubes a la costa caribeñá de Panamá... No pude ver Isla Grande ni la comarca de los Kuna por su culpa!!!!!
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Jajajajajaja! Tienes toda la razón, fue lo mismo que pensé al ver Panamá en el Google Earth, bueno...más bien al no verla!
ResponderEliminarLeonor
hahahaa...aquest article és boníssim!!...ja t'imagino fent la volta al món amb blackberry!!!...m'has fet riure un bon ratu!
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