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Oldies Pub & Restaurant, los 80 para los de 40

César Mellior es un cocinero venezolano afincado en Panamá al que no conocí durante mis años en Caracas a pesar de que hemos descubierto tantos vínculos comunes desde que nos conocimos, el más importante el de su hermana Gus. En Panamá, después de un periodo bien interesante en los fogones del restaurante Ten Bistro en los bajos del Hotel de Ville del centro financiero de la capital panameña, ahora César está inmerso en un nuevo y apasionante proyecto, el Oldies Pub & Restaurant, un espacio con varios ambientes en el corazón del barrio residencial de Bellavista cuya vocación es ofrecer un punto de encuentro para los nostálgicos, trentañeros, cuarentones o simplemente jóvenes apasionados de la cada vez más reivindicada cultura pop de los años ochenta del siglo pasado.
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En Oldies es posible disfrutar de buena música acompañada de video clips de la época o conciertos en vivo de la Madonna de Like a Virgin, de Bono y los U2 cuando entonaban el Sunday bloody Sunday, David Bowie, Michael Jackson, Gloria Estefan, UB40, The Pretenders, Iron Maiden, Bon Jovi y un larguísimo etcétera, tanto de bandas que luego han continuado trayectoria aunque jamás con el ímpetu de aquella década, o de cantantes como Ricky Astley, aquel del "together forever" cuyo momento de gloria quedó restringido a su época y que son completamente desconocidos para los veinteañeros de hoy.
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Oldies Pub & Restaurant tiene una gran barra para disfrutar de tragos y cocteles, salones privados y comedores, todo esto ilustrado con pantallas en cada una de las paredes, me pareció contar más de 60. Es sobre la mesa donde César Mellior tiene mayor responsabilidad con una carta pensada para todos los públicos y en donde cada persona encuentra sobre el plato su sota, caballo y rey. La pretensión del chef no es otra que la de convertir en inexpugnable la calidad de cada plato a pesar de que en la carta los enunciados sean tópicos, en eso me hace pensar en un restaurante que durante unos meses me sorprendió en Caracas, el Bodega 5 del Centro Comercial Paseo El Hatillo, una carta fácil para todo el mundo con una materialización sobre el plato que jamás dejaba insatisfecho. Tras aquella propuesta estaba la asesoría del gran Carlos García, curiosa vinculación, pues César Mellior abre sus pupilas cuando se refiere a lo que asimiló del chef caraqueño-barcelonés en sus años de formación.
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Para los que amamos escapar de los grandes centros de ocio y los tumultos de áreas donde se concentran bares, restaurantes y discotecas a cada metro cuadrado, es una bendición que Oldies esté en el lugar que han elegido. Se puede estacionar a pocos metros del local en una calle tranqula en plena zona residencial de Bellavista, sin gritos callejeros, ni policías buscando borrachos, ni colas infernales para estacionar. La aparente aislación de Oldies es relativa ya que está situado a poco más de 100 metros de la Avenida Balboa en la calle 39, la del antiguo restaurante Marbella, esos escasos metros de calle adentro benefician al cliente.
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Algo parecido me sucede con otros templos gastronómicos en Panamá, el Can Masoliver, con todo lo bueno de estar en el corazón de El Cangrejo pero escondido estratégicamente en una calle residencial paralela a la Vía Argentina, o Segundo Muelle y El Bodegón, ambos concentrando a sus fieles clientes en las callejuelas de viviendas entre las transitadísimas calle 50 y Vía Israel. A un servidor podrán encontrarlo fácilmente en estos selectos oasis de la Ciudad de Panamá, son para mí algunos de los ases de la oferta restauradora de la capital.

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