Jordi Mirò se adelantó en la descripción de la parrilla del sábado. El diluvio fue de pronóstico de modo que en casa del gran maestro parrillero, Don Luis Urbaneja, tuvieron que aplicar el plan B, trasladando el efecto de una parrilla a una magistral combinación de plancha y horno en la cocina... creo que lo que logró Luis está al alcance de pocos, poquisimos... un milagro ante el que solo nos queda la admiración. Queda pendiente ofrecer un reportaje de su habilidad en la parrilla, estabamos preparados para hacerlo pero esperaremos a una mejor climatología.
Os ofrezco la versión de la noche tomado de El Blog de Jordi Mirò
El sábado queríamos hacer una parrilla y nos preparamos a conciencia. Lo teníamos todo listo: carnes, chorizos, morcillas, ensaladas... Pero la climatología dió un cambio de 180 grados y empezó a llover como sólo lo sabe hacer en Caracas. Los invitados confirmaron si pensábamos hacer algo y yo dije que si, que aunque fuera en la cocina, íbamos a seguir con nuestras intenciones de pasar un buen rato, beber unos vinos, y Dios sabe qué más. Nos vimos forzados a cocinar en planchas de metal y horno, y me tengo que quitar de nuevo el sombrero ante mi suegro. Domina la carne como poca gente. Ya sabemos que en la parrilla es el rey (pensabamos, Oriol y yo, hacerle un reportaje en su parrilla el sábado, otra vez será) pero esto nos sobrepasó. La cocinó de maravilla y en otros medio. La carne quedó tierna, exquisita, y con un chorrito de aceite del Marqués de Griñón y una buena sal de la Camarga Francesa nos llevó a momentos celestiales. El postre más interesante fue un buen chocolate de 75% de pureza bañado en el mismo aceite y con la misma sal. ¿Habrá algún cocinero que se atreva con este maravilloso postre? Espero que si.
El sábado queríamos hacer una parrilla y nos preparamos a conciencia. Lo teníamos todo listo: carnes, chorizos, morcillas, ensaladas... Pero la climatología dió un cambio de 180 grados y empezó a llover como sólo lo sabe hacer en Caracas. Los invitados confirmaron si pensábamos hacer algo y yo dije que si, que aunque fuera en la cocina, íbamos a seguir con nuestras intenciones de pasar un buen rato, beber unos vinos, y Dios sabe qué más. Nos vimos forzados a cocinar en planchas de metal y horno, y me tengo que quitar de nuevo el sombrero ante mi suegro. Domina la carne como poca gente. Ya sabemos que en la parrilla es el rey (pensabamos, Oriol y yo, hacerle un reportaje en su parrilla el sábado, otra vez será) pero esto nos sobrepasó. La cocinó de maravilla y en otros medio. La carne quedó tierna, exquisita, y con un chorrito de aceite del Marqués de Griñón y una buena sal de la Camarga Francesa nos llevó a momentos celestiales. El postre más interesante fue un buen chocolate de 75% de pureza bañado en el mismo aceite y con la misma sal. ¿Habrá algún cocinero que se atreva con este maravilloso postre? Espero que si.
Esperaremos a mejor clima calentando motores!
ResponderEliminarEsto es un crimen, son pasadas las 7pm, me estoy muriendo de hambre y leo esto.
ResponderEliminarY mas "terrorifica" es la descripcion de Jordi.
En fin Oriol, te escribo porque ya se realizo la cuarta convocatoria para la cata virtual "Iberoamerica en Cata".
Esperamos contar con tu presencia y la de cualquier otra persona que desees invitar.
Esta es la direccion de las condiciones:
http://carlosgrm.blogspot.com/2007/08/iberoamerica-en-cata-4.html
Saludos,