Ir al contenido principal

Vinos de Argentina

Una estampa clásica de mendoza, la cordillera de los Andes omnipresente en los viñedos de la región, en los valles, a una altura de 1.000 metros, encuentran acomodo las cepas de malbec protegidas por mallas metálicas para combatir un granizo que en estas comarcas resulta gravemente dañino.
En invierno toca reposo, este Cabernet Sauvigon de la bodega Antucurá (piedra del Sol) en el Valle de Uco viajó desde Pomerol, concretamente desde los viveros de Petrus, para adaptarse al terruño andino. La influencia francesa por estos lares es muy destacada, en la finca colindante Michel Rolland y otros 6 forman el afamado Clos de los 7. A poca distancia, en Vistalba, zona codiciada por ofrecer el mejor malbec del país, otro bordelés ha afianzado sus vinos de gran reserva de Fabré Montmayou y en el Tupungato, el Domaine Jean Bousquet de un oriundo del Languedoc ofrece extraordinarios ejemplos de vinos de cultivo ecológico y prácticas de vinificación tradicional.
bodega O. Fournier en el Valle de Uco, uno de los proyectos más impactantes de toda Argentina dirigido por un grupo inversor español que renueva el concepto de bodega, una arquitectura funcional para garantizar que todos los procesos de vinificación se rijan por la gravedad. Los españoles también protagonizan iniciativas de gran nivel en Mendoza, a los grandes grupos como Freixenet y Codorniu se unen otros proyectos como los navarros de Belasco de Baquédano y Guelbenzu.
Antes de aterrizar en Venezuela mi conocimiento sobre la calidad y la variedad del vino que se produce en Argentina podría decir que era esporádico y motivado sobretodo de la curiosidad, la presencia de marcas argentinas en Barcelona era escasa... en el viejo mundo tomamos nuestros vinos y los de los paises vecinos cuando buscamos terruños franceses o italianos con pedigrí.

Durante los casi 10 años que hace que visito Venezuela, hasta que a mediados de junio de 2005 me trasladé a vivir a este país, el vino que aparecía en las casas a las que acudía invitado o a los restaurantes que frecuenté era principalmente de origen chileno y en su defecto europeo, poco a poco fueron sacando la cabeza algunos ejemplos del otro lado de los andes... los buenos de Etchart y los llamativos Trapiche tan bien representados por Waleska Schumacher fueron los pioneros... En poco más de dos años el desembarco ha sido importante y varias marcas han conseguido una buena posición en el mercado y vienen a mi memoria proyectos bien consolidados como Nieto Senetiner, el excelso Cadus, los Santa Julia de Zuccardi y más recientemente los Catena y Achaval Ferrer que aportan sofisticación al catálogo nacional.

Antes de mi visita a Mendoza tuve la oportunidad de catar todos los torrontés y la gran mayoría de los malbec presentes en Venezuela, de modo que viajaba con el paladar bien entrenado para poder hacer una comparativa objetiva con lo que iba a descubrir.

Wines of Argentina organizó una ronda de Negocios en el hotel Hyatt de Mendoza durante 3 días, teniamos la oportunidad de conocer en poco tiempo los vinos de 60 bodegas, de las cuales personalmente pude probar la gama de vinos de 40 de ellas. Además cada noche fuimos invitados a visitar una bodega que amablemente nos invitaba a cenar: Belasco de Baquédano, Tapiz, Familia Zuccardi, durante el resto de días cada uno visitó aquellas bodegas que resultaban más atractivas... y en mi caso, no descansé ni un minuto !!!!!!!

En total pude conocer los vinos de cerca de 50 bodegas, las más numerosas en Mendoza donde se produce el 80% del vino argentino en sus distintas zubzonas entre las que destacan los afamados departamentos de Luján del Cuyo y Maipú al norte, el Valle de Uco y el Tupungato en el centro de la región donde el vino se produce a mayor altura.

Más al sur, llama poderosamente la atención La Patagonia, más allá del misticismo de este rincón del planeta, el territorio del vino se divide en las regiones de Cerro Negro y Neuquén y se vive una explosión de bodegas orientadas a la gran calidad. Un crecimiento que en el caso de Neuquén ha sido promovido por el gobierno argentino en forma de subvenciones muy generosas. Pude corroborar en algunos ejemplos realmente magnificos que se trata de una zona con un potencial enorme cuyos vinos no tardarán en ocupar un lugar destacado en el corazón de los grandes conocedores de todo el mundo. Si tuviera que invertir en un viñedo argentino posiblemente buscaría por estos valles... quien sabe si además con una subvención conseguimos que nos salga baratiiiito, baratiiiiito...

Al norte de Mendoza, las regiones de Salta, con vidueños a grandes alturas, y buenos ejemplos de torrontés, San Juán con la pujante bodega Callia como mejor exponente, La Rioja y Catamarca todavía por evolucionar, tuvieron muy pocas posibilidades para mostrar sus encantos ya que casi ninguna bodega acudió a la ronda de negocios, sus vinos no tenían protagonismo en los anaqueles mendocinos y, en lo personal, no entraba en mis planes desplazarme hacía el norte de Mendoza para visitar bodegas.

Quisiera aportar algunos puntos de vista sobre la realidad del vino argentino, desde la evolución del sector a la de sus vinos, teniendo muy presente el vecindario con Chile que es una referencia fundamental. Parece todavía muy pronto para asegurar el éxito internacional a gran escala de los argentinos, los chilenos siguen teniendo una gran ventaja por sus habilidades para el comercio lo que les ha permitido penetrar con fuerza en los principales mercados, si además sumamos la estabilidad y desarrollo global de su país, todo ello les permite gestionar su evolución bajo parámetros estables.

En Argentina el nacimiento de proyectos de todos los tamaños y niveles de inversión en menos de 10 años es desmesurado y el nivel de calidad que se está alcanzando me parece fabuloso. Pero es un arma de doble filo ya que hay demasiadas iniciativas de formato familiar o "boutique" cuyo músculo financiero es limitado y eso en años de inestabilidad puede provocar un terremoto financiero. Creo que los próximos 5 años son decisivos para comprobar la salud del sector ya que se encamina hacía un exceso de oferta y que ya es visible porque la mayor parte de los recién llegados son bodegas fundadas a principios del nuevo siglo y es ahora, en los últimos dos o tres años, cuando han aparecido sus primeras añadas en mercado... quizás hay demasiados gallos adultos en el gallinero y mientras pelean por ver quien se lleva al huerto a las gallinas, sigue corriendo a mayor velocidad la producción que la comercialización.
Más allá de estas hipótesis que nacen de un simple observador de la realidad, a lo que realmente fui a Mendoza fue a probar la variedad de sus vinos y sin detallar marcas ni especificidades regionales, me siento en disposición de ofrecer una visión genérica de lo experimentado.

En el vino blanco, si bien el varietal torrontés es practicamente una denominación de origen del país creo que aún no han logrado descrifrar todo lo que puede llegar a ofrecer, la adaptación del chardonnay es francamente superior y tiene todas las características de clima y terruño para ser de largo el mejor varietal blanco de Argentina, superando de mucho los resultados obtenidos en el vecino Chile. Por el contrario, el sauvignon blanc definitivamente no encuentra su lugar en estos parajes de clima continental y resulta mucho más idoneo en territorio chileno por la influencia del océano pacífico. Me gustó mucho el aporte de Chenin blanc en el corte.

Confieso que experimenté una grata sorpresa con el denostado vino rosado, gran parte de las bodegas lo incorporan como complemento de sus catálogos y gracias al Malbec consigue ser muy seductor, tanto que durante las catas en muchas ocasiones resultó un aporte placentero de frescura que invitaba a tragar más que a escupir el sorbo. Por el contrario no experimenté, y no dudo que habrá, grandes sorpresas con los espumantes que pude conocer, me pareció que no llegaban a la cima a pesar de que varietales clásicos en su composición como chardonnay o Pinot noir se han adaptado tan bien al terruño.

Los vinos de postre siguen siendo una asignatura pendiente tanto en Argentina como en Chile, creo que todavía están en fase de imitación de los grandes productos que ofrece europa, especificamente encontramos productos muy dignos en la gama económica de los cosecha tardía producidos con Semillon. No tengo dudas de que en un tiempo corto alcanzarán resultados impactantes y con la personalidad propia que ya atesoran los tintos... quien sabe si los éxitos llegaran de la mano del moscatel o gewurztraminer

El vino tinto es el niño mimado de Argentina y el varietal Malbec su monarca indiscutible y orgullo patrio. Este varietal que tantos dolores de cabeza provocaba en el suroeste francés encontró en Argentina las condiciones perfectas para su plenitud. Se nota que los argentinos y todos los que llegaron a esta tierra para explotar sus bonanzas se han dedicado en cuerpo y alma a extraer todo el potencial de este varietal. He gozado desde sus vinos de gama económica hasta los vinos de autor gracias a una explosión de fruta envolvente, en muchos casos casi comestible, sabrosos, luminosos y generosos, con una tendencia a esconder la madera e incluso a hacerla imperceptible para permitir que el valor frutal se exprese en toda su magnitud.

Aunque la comparación pueda resultar odiosa, creo que el varietal icono de argentina logra superar ampliamente en recursos expresivos al varietal tinto icono de Chile, para mi carmenère sigue siendo un varietal timido en el que no se puede sostener la promoción de una industria y acaba pagando sus limitaciones en la expresión de la fruta. A 100 años vista el futuro de carmenère resulta incierto como tenor solista, queda mucho mejor en el coro de un ensamblaje...

Sin duda Carmenère queda a dos escalones de lo que los chilenos consiguen con cabernet sauvignon, Merlot y Sauvignon blanc... ¿ será de nuevo la influencia del océano ?... algo de eso habrá porque más allá de Malbec quedé fascinado con los resultados de Syrah mendocino de gran textura, especiados y con notas animales y del Pinot Noir de la Patagonia con una entrada profundamente argentina pero una evolución en copa que acaba siendo tan amable y refinado como un Nuits Saint Georges.... ¿ será que podemos empezar a hablar de dos grandes paises del nuevo mundo que reproducen el acusado contraste entre la Francia oceánica de Burdeos y la de clima continental de la Bourgogne y el Norte del Ródano ?...

Comentarios

  1. Anónimo11:53 p. m.

    Me pareció bien interesante tu análisis del vino argentino en general y tus "predicciones" Oriol. Si tienes la oportunidad de visitar el norte algún día, no dejes de hacerlo. Sobre todo porque es bellísimo. Ah, y procura hacerlo en época de vendimia, no con este frío terrible.

    No hablas de los vinos de Dominio del Plata....¿Qué te parecieron los Crios? y ojalá hayas probado el Benmarco porque me encantaría escuchar tu opinión sobre los mismos.

    Un gusto!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Licor de Merda. el "secreto" mejor guardado

"El descanso del Guerrero" es el slogan publicitario del Licor más escatológico del mundo, de regalo con la compra de 3 botellas un práctico orinal El hombre ha utilizado a lo largo de la historia todo tipo de materias primas para la elaboración de licores, normalmente del reino vegetal, pero también en algunas fórmulas bien conocidas los protagonistas son del reino animal, insectos, gusanos, escorpiones, serpientes (recuerdo un licor de serpiente cobra que me regalaron desde Vietnam)... pero lo que nunca imaginé es que la materia prima pudiera ser tomada del propio ser humano y del principal de sus deshechos... la merda. Ayer en una despensa de licores me topé de frente con una botella de Licor de Merda de los años 70 que su propietario portugués guardaba como oro ya que años antes la habia conseguido en una licorería de Portugal. Para ese hombre fue la confirmación de un cuento antiguo que no acababa de creer y se hizo con un ejemplar pagando por ella una fuerte suma. A

Pedir la cuenta en un restaurante, un signo globalizado

¿Cómo pides la cuenta en un restaurante? De Barcelona a Toquio, de Nueva York a Buenos Aires, a menos que el camarero esté a nuestro lado y verbalicemos la petición, el signo que realizamos es un código fundamental de la cultura humana global: los dedos pulgar e índice unidos acompañado del movimiento rápido y en vaivén de la mano con el brazo ligeramente alzado hasta conseguir la atención y asentimiento del servicio del restaurante... por mucho que le doy vueltas, no encuentro otro signo gestual más universal y difundido que este, posiblemente solo superado por el SI o el NO gesticulado con la cabeza al comprobar si el contenido de la cuenta es el esperado.

Olio di Sansa di oliva: Estafa en los anaqueles

¿Alguien me entiende cuando digo: " Setze jutges d'un jutjat mengen fetge d'un penjat "? En realidad no digo nada, es solo una frase para poner a prueba a los que intentan aprender pronunciación catalana. Pues bien este "trabalenguas" tiene un significado tan oculto como el producto que se esconde tras las etiquetas de botellas de " olio di sansa di oliva ". El mercado venezolano va a inundarse de este tipo de aceite "de oliva". La empresa que gestiona los permisos sanitarios de mis productos comentaba esta semana que en el Ministerio de Salud existía una gran cantidad de expedientes pendientes de aprobación de aceite de orujo de aceitunas. La razón principal es que el precio del aceite de oliva virgen ha subido mucho por la escasez provocada por las heladas del pasado invierno en la cuenca mediterranea, por tanto muchos importadores se han decidido a incorporar un subproducto derivado de la aceituna que podriamos catalogar como el más in