Ayer noche iba a oficiar la primera cata en la recientemente inaugurada enoteca Bacchus de Los Palos Grandes, desgraciadamente no pude dirigirla ya que motivos poderosos me impidieron regresar a Caracas a tiempo. Esta mañana hablé con Roni y Julio Scheneider para saber como les fue. Roni me sustituyó y junto a Leo Dadazio hablaron y cataron los vinos del Marqués de Griñón para sus mejores clientes, incluso Eduardo Moreno se marcó un enorme detalle y congenió los vinos con un menú que hizo las delicias de los presentes. Estaban contentisimos por la experiencia y le expresé a los hermanos Schneider mis sensaciones; me encantó que los vinos hablaran por si mismos, sin estar yo presente y que hayan interiorizado tanto el placer por ellos hasta el punto de transmitir tanta pasión. El mérito de lo sucedido es obra de la particular forma de vivir el vino de Julio y Roni, y por supuesto de Leo. Conozco a los tres practicamente desde que llegué a Venezuela y en el caso de los Schneider en su fa
Gastronomía