Hace casi un año desde mi primer viaje a Panamá, en aquellas crónicas que publiqué en el blog ya destaqué el impacto que me causó la tienda de vinos y licores Felipe Motta en la urbanización de Marbella. En cada una de mis estancias en el istmo no puedo dejar de visitar esta tienda que además cuenta con algunas delicateses extraordinarias (foi gras, embutidos ibéricos, enlatados de pescado y vegetales de las marcas que más me gustan...). Siempre hago mercado tanto para disfrutar al máximo el tiempo que paso en Panamá como para llenar la maleta para la familia en Caracas.
El local es enorme y se divide en dos grandes espacios diáfanos. Desde la entrada se abre una gran sala, quizás de unos 700 u 800 metros cuadrados con anaqueles para las delicatesses y un espacio central con hileras de vinos de la gama económica y media divididos por paises. La variedad es enorme y la mayor parte, más de 1.000 etiquetas de vinos, son importadas por ellos mismos conviertiéndoles en una referencia ineludible del sector. Pocas tiendas existen en el continente que puedan albergar tanta variedad. Además la selección de licores es excelente, de hecho aquí me nutro de muchas de las marcas que satisfacen mi afición por el ron de todos los orígenes caribeños.
El segundo espacio es el más especial para el loco del vino, en dos expositores, uno a cada lado, como el de la imagen, se reunen las etiquetas más destacadas de cada origen. En el de la derecha está el nuevo mundo y al fondo lo mejor de las denominaciones de origen bordelesas. A la izquierda un gran mosaico con lo mejor de España, Italia y el resto de regiones francesas.
Mi selección del nuevo mundo, de Australia destaco etiquetas populares como Little Penguin, Lindemans o Rosemunt pero también todo el catálogo de Penfolds con especial enfasis en el Penfolds Grange ya que disponen de varias añadas. De Argentina y Chile, todo lo que conocemos en Venezuela, con algunas cositas interesantes como Carmín de Peumo. De América del Norte el famosisimo vino de hielo canadiense Inniskillin y una excelente variedad californiana con iconos como lo mejor de Beaulieu Vineyards George De Latour, Beringer con su reserva privada de Cabernet Sauvignon, Caymus, Château Montelena, los Joseph Phelps Insignia con varias añadas, todo lo de Mondavi, incluido el Opus One y también el Nieabum de Coppola.
El local es enorme y se divide en dos grandes espacios diáfanos. Desde la entrada se abre una gran sala, quizás de unos 700 u 800 metros cuadrados con anaqueles para las delicatesses y un espacio central con hileras de vinos de la gama económica y media divididos por paises. La variedad es enorme y la mayor parte, más de 1.000 etiquetas de vinos, son importadas por ellos mismos conviertiéndoles en una referencia ineludible del sector. Pocas tiendas existen en el continente que puedan albergar tanta variedad. Además la selección de licores es excelente, de hecho aquí me nutro de muchas de las marcas que satisfacen mi afición por el ron de todos los orígenes caribeños.
El segundo espacio es el más especial para el loco del vino, en dos expositores, uno a cada lado, como el de la imagen, se reunen las etiquetas más destacadas de cada origen. En el de la derecha está el nuevo mundo y al fondo lo mejor de las denominaciones de origen bordelesas. A la izquierda un gran mosaico con lo mejor de España, Italia y el resto de regiones francesas.
Mi selección del nuevo mundo, de Australia destaco etiquetas populares como Little Penguin, Lindemans o Rosemunt pero también todo el catálogo de Penfolds con especial enfasis en el Penfolds Grange ya que disponen de varias añadas. De Argentina y Chile, todo lo que conocemos en Venezuela, con algunas cositas interesantes como Carmín de Peumo. De América del Norte el famosisimo vino de hielo canadiense Inniskillin y una excelente variedad californiana con iconos como lo mejor de Beaulieu Vineyards George De Latour, Beringer con su reserva privada de Cabernet Sauvignon, Caymus, Château Montelena, los Joseph Phelps Insignia con varias añadas, todo lo de Mondavi, incluido el Opus One y también el Nieabum de Coppola.
Del lado derecho España está muy bien representada. En la imagen los vinos del Marqués de Griñón que importamos en Venezuela, a su lado vinos tan especiales como Casa de la Ermita (DO Jumilla). Casi todo lo importante la Rioja, sus mejores clásicos con las etiquetas básicas pero también los Grandes Reservas, como es el caso del Lan Gran Reserva 2000 (impresionante lo bueno que está y lo barato que es), Campillo, Torre Muga, Viña Tondonia y los siempre respetables CVNE con sus maravillosos precios que jamás defraudan. Los más costosos, como La Rioja Alta con un 890 Gran reserva del 94 y los de nueva generación como mis queridas Bodegas Roda con Cirsion, Roda I y Roda II, Bodegas Allende con Calvario y Aurus, Culmen y todo lo de mi admirado Fernando Remírez de Ganuza, desde el Reserva al Trasnocho.
De la Ribera del Duero no pueden falta los Vega Sicilia, Protos, Hacienda Monasterio, Arzuaga, Mauro y otros más sencillos. De Toro el Pintia pero también Viña San Román a un precio excelente. De Catalunya, los vinos de Álvaro Palacios, Cims de Porrera y Rotllan Torra como los más conocidos del Priorat, amén de algunos del Montsant y de L'Empordà.
El resto de denominaciones también tienen su espacio, grandes blancos gallegos, Enate como bandera del Somontano o Julián Chivite como estandarte Navarro, de hecho encontré un tesoro en la última visita, el Chivite 125 Colección Gran Reserva 1995 en 19,5 dólares... compré una sola botella por miedo a que no estuviera bien conservado, lo probamos la semana pasada en el reto de las paellas con Jordi Miró y quedamos fascinados. Hoy me llevé todo lo que quedaba de esa añada, 5 botellas, de un vino que hace pocos días nos conquistó incluso por encima de todo un Leoville-Las Cases 2000 con 100 puntos parker... un milagro a 19,50 $ !!!!!!!!!
Italia no sorprende tanto porque en Venezuela la selección italiana de vinos es de gran calidad, en todo caso apunto cosas que no veo en Caracas como Col D'orcia Brunello Di Montalcino, los Pio Cesare del Piemonte o un Sassicaia 2002 por poco más de 100 dolares. por supuesto que todo lo de Gaja está presente.
Donde hay que ponerse muy serios y firmes para saludar a la bandera es con Francia, no tanto por la borgoña o el ródano, están presentes productores conocidos como Louis Jadot, Georges Duboeuf, Paul Jaboulet o E.Guigal pero sin las grandes etiquetas. Lo que impacta es el surtido bordelés, están practicamente todos los grandes: Château Margaux, Brane Cantenac, Palmer y Rauzan Ségla de Margaux; Cos d'Estournel, Léoville Poyferre, Léoville Les Cases y Montrose de St. Estephe... ¿ continúo ?...
.. De Pauillac Lafite Rothschild, Mouton Rothschild, Château Latour, Pichon Longueville Comtesse De Lalande o Lynch Bages. De Saint Emilion Cheval Blanc y Angelus; La Lagune y Ducru Beaucaillou de St Julien... y como no, de Pomerol Château Petrus y de Sauternes Château D'Yquem... solo por destacar los más trascendentales...
Entienden porque esta es una visita que por si sola practicamente merece un viaje a Panamá ?
Ya tengo otro motivo más para ir a Panamá!
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