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La última cena de Can Masoliver

Pere Masoliver es un cocinero barcelonés afincado en Panamá desde hace años y con una exitosa trayectoria en la culinaria panameña con una propuestaa fundamentada en transmitir los sabores auténticos de la cocina catalana, balear y española más allá de las modas. Amante empedernido del vino, es cofundador del Vino Club Panamá y organizador del Expo Vino, salón temático que durante 4 días al año acerca al público el vino de todos los importadores de Panamá.

Hombre de gran personalidad y carisma, expresivo, simpático y bonachón, ha sabido mantener una fiel clientela desde que en 1992 abriera el Club Balear y posteriormente mutara el nombre a un explícito Can Masoliver, restaurante situado en una casona extraordinaria en la Calle Colombia del encantador barrio de Bella Vista, donde se concentra gran parte de la mejor oferta restauradora de Ciudad de Panamá.

Desde la fundación de mi compañía en Panamá paso gran parte de mi tiempo en este país y desde el primer día Pere ha sido un anfitrión extraordinario, más allá de que ello responda a una solidaridad basada en nuestro común origen catalán, lo cierto es que se ha convertido en un gran amigo en muy pocos meses. Si alguien quería encontrarme por las noches en la capital del Istmo simplemente había que acercarse a Can Masoliver y buscar en su terraza donde seguro me encontraban comiendo una escudella, pà amb tomaquet, callos con chorizo y los jueves un cocido madrileño de impacto mundial

El pasado 27 de junio Pere organizó el Menú de Despedida del Can Masoliver, no quise perderme el evento y volé de Sao Paulo a Maiquetia para reunirme con mi mujer y mis hijos y volar todos a Panamá para asistir a la fiesta. La cena fue extraordinaria y Pere logró reunir para una ocasión tan especial a sus clientes y amigos de toda la vida.

El restaurante va a cambiar de localización y se traslada a un nuevo local en la calle G detras del parque Andres Bello en el cercano barrio de El Cangrejo. Pere todavía no ha informado de la fecha de reinaguración aunque solo deseo que sea muy pronto para seguir gozando de la mesa, los vinos y las mejores tertúlias que tengo en Panamá. Después de esta particular última cena, estaremos muy pendientes de la resurrección.
Un menú de degustación para la historia.

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