Durante las últimas semanas se pudo votar en una encuesta para saber cuales son los platos que abanderan la gastronomía catalana. El pasado 23 de abril se cerró el periodo de participación resultando ganador indiscutible una receta muy simple.
Para los asiduos a este blog el máximo representante de la cocina catalana es el Pà amb tomàquet, pan con tomate, "el pantumaca" como muchos hispanoparlantes lo conocen. Votado por un apabullante 82% de los participantes, esta simple receta de pan tostado pintado con tomate maduro, bañado en aceite de oliva virgen extra y con una pizca de sal.
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Para los asiduos a este blog el máximo representante de la cocina catalana es el Pà amb tomàquet, pan con tomate, "el pantumaca" como muchos hispanoparlantes lo conocen. Votado por un apabullante 82% de los participantes, esta simple receta de pan tostado pintado con tomate maduro, bañado en aceite de oliva virgen extra y con una pizca de sal.
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El Pà amb tomàquet es la cumbre insuperable de la comida cotidiana de los catalanes y sirve, como la arepa para un venezolano, el pan pita para los libaneses, la pasta para los italianos o el arroz para los asiáticos como contenedor versatil y generoso en el que combinar la receta base con mil complementos. En nuestro caso principalmente la chacinería ibérica, desde los grandes jamones de bellota a los humildes pero sabrosos fuets de vic, pero también vegetales asados y "escalivados", pescados en conserva como un buena ventresca de bonito del norte o anchoas de La Escala.
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También es imprescindible compañero en viandas más elaboradas que requieren del pan para terminar con las salsas en el plato. Es tan generoso que puede arreglar un plato indecente, muy útil para poder tragar una tortilla española con patatas y cebolla cuando al de la taberna le queda demasiado seca. En la mesa catalana aparece desde el desayuno hasta la cena y lo come desde el niño al que le aparecen los primeros dientes hasta el bisabuelo al que solo le queda media muela.
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Hasta no hace demasiados años el pà amb tomàquet como recurso para engrandecer el disfrute del pan no había traspasado las fronteras catalanas. En una Península de bocadillos para el desayuno, los catalanes siempre pensábamos que habiamos descubierto la piedra filosofal gastronómica e intentábamos predicar el hallazgo fuera de nuestras tierras para el disfrute de todos los mortales pero quizás las rivalidades culturales y políticas con nuestros vecinos hacía que estos prefirieran seguir degustando chorizos y jamones enclaustrado en pan con pan, que como dice el refrán es "comida de tontos".
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Los tiempos han cambiado y debidamente traducido como "pantumaca" los castellanos, leoneses y gentes de otros pueblos de las Españas sucumben a la más simple de las recetas del mundo. Poco a poco los amantes del buen pan de otras latitudes se dejarán seducir por pan bañado en tomate y con su chorrito de aceite de oliva. Las cosas sencillas y sabrosas al final son las que consiguen triunfar y quien sabe si con el paso de los siglos la preparación se conocerá como "Pan a la Catalana", al menos para los visitantes de este blog, es considerado el gran emblema culinario de mi nación.
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Pues cierto amigo Oriol, las cosas sencillas son las que triunfan. Felicidades, siento admiracion por esa tierra y su buen hacer.
ResponderEliminarRecuerdo un pueblecito pequeño por la zona del monasterio de Poblet (no recuerdo su corto nombre), donde comimos como nobles. Pà amb tomàquet, caracoles a la llauna y manitas de cerdo.
Un abrazo de uno de los 38 ganadores.
Bon dia,
ResponderEliminarM'agrada la il·lustració que acompanya el post.
Qui és l'autor del dibuix.
Gràcies per endavant!
Salutacions.
PD: http://cuinacinc.blogspot.com.es/2012/05/pa-amb-tomaquet-des-de-1887-fins.html