Soy un fanático de este restaurante, ocupa un lugar preferente en la oferta de la ciudad para comer en familia, encuentros entre amigos y almuerzos de trabajo. La gastronomía peruana está bien representada con esta sucursal del original limeño y con toda probabilidad la razón es que el padre peruano está muy pendiente del hijo panameño, tanto en el seguimiento de los estandares de calidad como en la constante renovación de la propuesta gastronómica.
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Debo reconocer que en nuestras visitas somos unos exagerados en las peticiones, nos gusta tanto que no escatimamos en seleccionar mucha más comida de la que somos capaces de atacar en una sentada, lo hacemos con la confianza de que sobrará y nos la llevaremos a casa para seguir rememorando cuando regrese el hambre.
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Nos gusta empezar con el wanton de langostinos, a veces pedimos la ensalada de atún, pero en la mayoría de ocasiones nos centramos en el mundo màgico del ceviche y en este caso el triple salto mortal, un ensayo de los 3 ceviches campeones de la casa, a cual más bueno, servido en pedazos de generoso tamaño para que la preparación de la receta no opaque la calidad y frescura de la materia prima.
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Continuamos con los tiraditos y me vuelve loco el tiradito de corvina a la huancaina. En cuanto aparece el plato pierdo la compostura y ataco el pescado como si me fuera la vida porque preparan la huancaina como nadie en Panamá. Solo freno la conquista guerrera para dar un nuevo sorbo al pisco sour, uno de mis cocteles favoritos en el mundo, y que en esta casa lo preparan a conciencia hasta el punto de que no puedo parar de repetir. ¡¡¡ Suerte que mi esposa me controla !!!!
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La relación calidad / precio justificada por la inmejorable calidad del pescado, ya quisiera saber yo a quien se lo compran para llenar mi despensa casera. En cuanto a vinos, se nota que están en constante evolución en la carta y cada vez hay mejor selección en los blancos y tintos ligeros, que en esta casa es lo que toca a nivel de maridajes.
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Debo reconocer que en nuestras visitas somos unos exagerados en las peticiones, nos gusta tanto que no escatimamos en seleccionar mucha más comida de la que somos capaces de atacar en una sentada, lo hacemos con la confianza de que sobrará y nos la llevaremos a casa para seguir rememorando cuando regrese el hambre.
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Nos gusta empezar con el wanton de langostinos, a veces pedimos la ensalada de atún, pero en la mayoría de ocasiones nos centramos en el mundo màgico del ceviche y en este caso el triple salto mortal, un ensayo de los 3 ceviches campeones de la casa, a cual más bueno, servido en pedazos de generoso tamaño para que la preparación de la receta no opaque la calidad y frescura de la materia prima.
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Continuamos con los tiraditos y me vuelve loco el tiradito de corvina a la huancaina. En cuanto aparece el plato pierdo la compostura y ataco el pescado como si me fuera la vida porque preparan la huancaina como nadie en Panamá. Solo freno la conquista guerrera para dar un nuevo sorbo al pisco sour, uno de mis cocteles favoritos en el mundo, y que en esta casa lo preparan a conciencia hasta el punto de que no puedo parar de repetir. ¡¡¡ Suerte que mi esposa me controla !!!!
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La relación calidad / precio justificada por la inmejorable calidad del pescado, ya quisiera saber yo a quien se lo compran para llenar mi despensa casera. En cuanto a vinos, se nota que están en constante evolución en la carta y cada vez hay mejor selección en los blancos y tintos ligeros, que en esta casa es lo que toca a nivel de maridajes.
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