Takeshi Nagahama vive en el páramo con su esposa Norma y los muchachos, desde las alturas andinas ejerce de cocinero en el Restaurante Papiros de la Hacienda San Francisco.
De vez en cuando abandona el paraiso andino, en ocasiones para visitar a los amigos, participar en eventos solidarios o realizar gestiones burocráticas de aquellas que solo se pueden hacer en la capital de un país centralista.
Cuando aparece por Caracas es muy fácil localizarlo, simplemente hay que acercarse a los dominios de Carlos García, ambos son amigos desde que aprendían las artes culinarias en Barcelona, y pasan juntos todo el tiempo que pueden. El pasado martes fui a comer a Alto y me encontré a Takeshi comiendo en el jardín, a la sombra del caucho que domina e inspira el escenario de Alto, en una mesa especialmente preparada para él. Invité a mi acompañante a que comieramos rápido para alcanzar a Take en los postres y sentarnos con él.
Soy un fanático del jardín de Alto y normalmente me escondo detrás del árbol para tomar el café, copa y puro... en ese rincón caraqueño decido posponer cualquier plan laboral hasta el día siguiente porque bajo esta sombra nacen las tertulias más sabrosas de la ciudad.
De vez en cuando abandona el paraiso andino, en ocasiones para visitar a los amigos, participar en eventos solidarios o realizar gestiones burocráticas de aquellas que solo se pueden hacer en la capital de un país centralista.
Cuando aparece por Caracas es muy fácil localizarlo, simplemente hay que acercarse a los dominios de Carlos García, ambos son amigos desde que aprendían las artes culinarias en Barcelona, y pasan juntos todo el tiempo que pueden. El pasado martes fui a comer a Alto y me encontré a Takeshi comiendo en el jardín, a la sombra del caucho que domina e inspira el escenario de Alto, en una mesa especialmente preparada para él. Invité a mi acompañante a que comieramos rápido para alcanzar a Take en los postres y sentarnos con él.
Soy un fanático del jardín de Alto y normalmente me escondo detrás del árbol para tomar el café, copa y puro... en ese rincón caraqueño decido posponer cualquier plan laboral hasta el día siguiente porque bajo esta sombra nacen las tertulias más sabrosas de la ciudad.
Ese rincón es alucinante!!!
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